Normalmente por estas fechas suelo estar inmerso en
algún plan de entrenos dirigido a algún ultra por la montaña, en mi cabeza únicamente
pensamientos del tipo: montaña, cuestas, desniveles, entrenos de cinco o seis
horas, bastones, frontal, camelbak, ritmos de 8 minutos el mil…
Por alguna extraña razón, el cuerpo me pide velocidad,
(en mi caso, entiéndase por velocidad todo lo que sea correr por debajo de
4’/Km).
Nunca he realizado entrenamiento específico para un
diez mil y creo que ha llegado el momento de hacerlo. Los diez miles que he
disputado, que no corrido, (cuatro o cinco), siempre fueron aprovechando el buen
estado de forma mientras preparaba algún maratón, pero como digo nunca con un
entrenamiento específico.
Mi marca actual en la distancia son 42:50. ¿El reto?
Bajar de 40, me vale con un 39:59. Sé que son casi tres minutos los que tengo
que bajar, pero también es cierto que nunca lo he intentado entrenando como
Dios manda…