Ni en el mejor de mis sueños hubiera imaginado, después de una semana con molestias, dolores y sin prácticamente hacer nada de ejercicio, ser capaz de hacer tantos kilómetros y a la vez tener tan buenas sensaciones, el parón obligado, ha resultado ser más eficaz y productivo de lo que pensaba. Durante estos siete días me he sentido fuerte, física, pero sobre todo, mentalmente, con muchas ganas, ansioso por salir a entrenar, y con la sensación de ir echando el freno para no pasarme de vueltas.
Creo que, estos días de descanso, a nivel muscular, han venido bien para las piernas, pero sobre todo para “desintoxicarme” de tanto entrenamiento, de tanta disciplina, así ha debido ser, pues no considero lógico, a estas alturas del plan, tener tantas ganas por salir a entrenar.
Aunque éste será mi quinto maratón, no atesoro experiencia en cuanto a entrenamientos se refiere, éste será el primero que realice habiendo entrenado de una manera más o menos seria y disciplinada. Es por ello que llegados a este punto, surge alguna que otra duda en lo que a disminución de entrenos se refiere. Quedan ahora exactamente tres semanas para el día “M” y quiero acudir a la gran cita con sensaciones similares a las tenidas esta semana, quiero llegar con las piernas descansadas, fuertes pero ágiles, no quiero llegar pasado de kilómetros y con esa desagradable sensación de pesadez que solemos tener cuando nos hemos machacado más de la cuenta...