Ya
echaba yo de menos esto de entrenar más o menos en serio, porque lo de correr
por sensaciones, cuando y donde apetezca, sin ritmos, sin tiempos, está muy
bien, pero no está menos bien tirarse un tiempecito mirando a diario el plan de
entrenamientos, ese que acabas por aprenderte casi de memoria. Tengo dos copias
en papel, una en casa y otra en la oficina y una tercera en el PC. Y no llevo
otro dobladito en la cartera de milagro, he de reconocer que me encanta, mirar
y estudiar el entreno del día siguiente, prepararlo, imaginarme haciéndolo,
visualizar cómo y por donde correré, además a nivel anímico, me ayuda estar
preparado para lo que me espera, y por supuesto poner el OK correspondiente al
lado del ejercicio realizado...
Esta
primera semana me ha sorprendido, a pesar de haber descansado únicamente un
día, las sensaciones globales han sido buenas, tal y como comente en la entrada
anterior, en esta ocasión quiero dar prioridad a los ritmos sobre los
kilómetros. Aunque todavía me cuesta correr todo lo rápido que quisiera, me doy
por satisfecho con el trabajo realizado, además si todo sigue como espero hay
margen de mejora, el sueño de las 3:20 sigue intacto.