Me pareció ver un lindo gatito

Miércoles tarde, ya casi noche, 8:30, me dispongo a realizar mi penúltimo entreno previo al maratón del domingo, en principio la idea es hacer 30 ó 35 minutos de manera suave y tranquila, continuar con unos progresivos y finalizar con los estiramientos habituales. Hoy salgo solo, en ocasiones viene bien, también se disfruta de la soledad.

Primer kilómetro..... todo ok, buenas sensaciones, la temperatura es baja, pero se corre bien, la calle está totalmente vacía, la iluminación más bien escasa, aunque suficiente para correr, voy repasando mentalmente los entrenos realizados este tiempo atrás, y a la vez intentando imaginar cómo transcurrirá la carrera del domingo.... Escucho un débil y lastimero... miauuuuuu, como diría piolín: me pareció ver un lindo gatito, si, es un lindo gatito, paso a su lado le miro, él me mira también y me regala otro interminable miauuuuu, tengo la feliz idea de llamarle, pues eso, a la manera tradicional: biss bisss bisss. Sorpresa!!!! el minino se pone a correr a mi lado, sin dejar de maullar, y con el rabo mas tieso que un ajo.

Por un instante pienso en parar, pero estoy en pleno entrenamiento así, que continuo la marcha, y el gatito….. también, finalmente paro, me agacho para acariciarlo, es pequeño, debe ser una cría de dos ó tres meses, que alguien ha abandonado, pues está muy limpio y suave, además enseguida se pone a ronronear y se sube en mis piernas, ¡pues estamos apañaos!! ¿ y ahora qué hago?. 40 carantoñas después, decido reanudar la marcha. El gato vuelve a seguir mis pasos, pongo de nuevo mi ritmo de crucero (5:30) y cuando miro al suelo no salgo de mi asombro, el gato me sigue, ya no tiene el rabo arriba, ha adoptado una postura aerodinámica como si de un guepardo se tratase y se marca un sprint que me deja totalmente perplejo, a pesar de ello comienza a quedarse. No puedo evitar mirar atrás y al hacerlo observo como disminuye la velocidad al mismo ritmo que aumenta los maullidos, finalmente se detiene y maúlla con más fuerza e insistencia. ¡Por Dios que hago yo ahora! vuelvo a parar el garmin, me agacho y le vuelvo a llamar y de nuevo reemprende la marcha hasta donde me encuentro.

No puedo dejar aquí al animal..... vuelvo a reemprender la marcha, ahora de manera más lenta, el "joio" gato a mi vera y aquí estoy yo hablando con el felino y diciéndole: pues si quieres comida y bebida tienes que correr hasta casa, ( y yo que quería salir hoy solo) nos ponemos a 7:30 el mil y el minino se marca casi un kilómetro y medio, si me lo cuentan me cuesta creerlo. Dejo el animalito en casa y vuelvo a salir para completar el entreno.

¿Qué como acaba la historia?

Pues aquí os presento a la gatita en cuestión:

a que es bonita?, y como corre!!!!!