No soy yo, precisamente, lo que se dice un corredor solitario… Hay momentos, como en estos días pasados, en los que apetece salir a rodar solo y sentir las sensaciones que el cuerpo nos va transmitiendo, aunque, por norma general, disfruto más del running con la compañía de otros corredores, reducir o aumentar mi ritmo y acomodarlo al que marque el grupo, pues los kilómetros aunque son los mismos el tiempo que empleamos en recorrerlos parece que aumenta o disminuye, según vayamos solos o acompañados.
La primera semana es cierto que precisaba de esa soledad, tampoco mis piernas daban para mucho más, es como si necesitara encontrarme a mí mismo, encontrar las sensaciones perdidas, pero una vez concluida y comprobada la mejoría, necesitaba la compañía de corredores a la que estoy acostumbrado, principalmente por dos motivos: el primero y más importante, por el disfrute de compartir con otras personas la afición que nos une y en segundo lugar, porque soy del pensamiento que para progresar no hay nada mejor que rodearte de personas mejor preparadas y cualificadas que tu.....