GRACIAS COMPAÑEROS

      No soy yo, precisamente, lo que se dice un corredor solitario… Hay momentos, como en estos días pasados, en los que apetece salir a rodar solo y sentir las sensaciones que el cuerpo nos va transmitiendo, aunque, por norma general, disfruto más del running con la compañía de otros corredores, reducir o aumentar mi ritmo y acomodarlo al que marque el grupo, pues los kilómetros aunque son los mismos el tiempo que empleamos en recorrerlos parece que aumenta o disminuye, según vayamos solos o acompañados.

 

      La primera semana es cierto que precisaba de esa soledad, tampoco mis piernas daban para mucho más, es como si necesitara encontrarme a mí mismo, encontrar las sensaciones perdidas, pero una vez concluida y comprobada la mejoría, necesitaba la compañía de corredores a la que estoy acostumbrado, principalmente por dos motivos: el primero y más importante, por el disfrute de compartir con otras personas la afición que nos une y en segundo lugar, porque soy del pensamiento que para progresar no hay nada mejor que rodearte de personas mejor preparadas y cualificadas que tu.....

       El running nos aporta beneficios por todos conocidos, pero también nos brinda la posibilidad de conocer gente/deportistas que comparten esta afición. Corredores de la zona en la que veraneo, me habían invitado en varias ocasiones a compartir salida con ellos, pero sus ritmos distaban mucho de los míos, por lo que pospuse el entreno para otra ocasión. Volvieron a insistir, me comentaron que acomodarían sus ritmos al mío, era consciente que sería durante los primeros kilómetros, después pondrían su ritmo de crucero, también me conozco y como no me gusta llevar al grupo lastrado, apretaría e iría forzado, pero ¡Qué demonios! por probar no se pierde nada, además, este puede ser un buen momento para dar otro salto de calidad en mi preparación.

      Dicho y hecho, quedamos para el martes a primera hora, primerísima hora, me comentan que, para combatir el calor, quedan a las 7:15 A.M. hacen los once kilómetros del paseo marítimo y ruedan a una media de 4:30 minutos el mil, aunque en esta ocasión iremos más tranquilos. ¿Pero dónde me he metido?. El Lunes realizo solo, el recorrido habitual, de manera tranquila, con una media total de 5:40 minutos el mil.

      El martes suena el despertador a las 6:45 A.M. ingiero algo de bebida isotónica y un plátano, me calzo las zapas y salgo al encuentro de mis nuevos compañeros veraniegos.

LOS 4 MOSQUETEROS DESPUES DE 15 KM

       El cuarteto lo componemos, de izquierda a derecha: Antonio de 42 años, Murciano, pura fibra, no hace falta ser un lumbreras para comprobar sus trazas de corredor, las distancias cortas le van como anillo al dedo, este año se estrena en la distancia del maratón, concretamente en Valencia, así que si todo va bien allí nos veremos. Angel, Burgalés, 62 Años su apariencia engaña, es de ritmos constantes, no entiende de subidas o bajadas, entrena tres o cuatro días a la semana y rueda a ritmos próximos a los 5:00 sin mayor problema. Pero la palma se la lleva Teo, Cacereño y con la friolera de 73 años en sus espaldas. Si amigos, setenta y tres primaveras. Permítanme hacer un inciso, pues creo que merece la pena rendir un pequeño homenaje, a un desconocido y que en circunstancias normales sería un famoso fuera de serie….

     Cuando crees que has visto todo, o casi todo, en esto del running, te encuentras una persona como Teo y te das cuenta que efectivamente no es así, te das cuenta que no todo son entrenos para mejorar marcas, competiciones, carreras, etc. Te das cuenta que no hay límites, solamente los que nosotros mismos nos pongamos y que hay personas que hacen deporte simplemente porque disfrutan del mismo. Teo lleva corriendo desde los 60 años, un día cualquiera en la vida de este fenómeno:

      Diez o doce kilómetros corriendo a primera hora de la mañana, siempre en ayunas, dice que va más ligero, que le resulta imposible hacer deporte con comida en el estómago, marcha a 4:30 y debe ir bien pues mientras lo hace nos cuenta las "batallitas" propias de una persona de su edad.

      La bicicleta tampoco se le da mal, pues después del entreno matutino, y durante la misma mañana suele hacer una media de 40 ó 50 kilómetros, doy fe que no lo hace en "plan paseo".

     Nada dos o tres días por semana, desconozco el tiempo o la distancia, pero conociéndolo….., lo dejaremos en que: practica la natación.

      Y para acabar el día, antes de la puesta de sol, tiene por costumbre hacer andando el recorrido que por la mañana realizó corriendo.

     Con todo ello, podréis comprender que corra a ritmos de cuatro minutos el kilómetro, no digo que lo haga sin dificultad, pero yo con 41 años, lo he conseguido en contadas ocasiones. No le gustan las carreras, todo el mundo le anima a participar en ellas, pero dice que se pone muy nervioso, que no sabe correr en carreras, que a él lo que le gusta es correr…. Sin más. Hace tres años, me cuenta, hizo una media maratón, con un tiempo de 1:29, sobran las palabras…..

      Esta, mi primera salida con mis nuevos compañeros, resultó ser muy gratificante por su compañía (aunque debido a la fatiga, no compartí charla con ellos, me dedique simplemente a escuchar), y a nivel entrenamiento, muy satisfactoria por los ritmos llevados y la distancia recorrida. En efecto, tal y como me prometieron, fuimos más despacio de lo que ellos acostumbran, los primeros kilómetros en torno a 5:20 minutos el mil, 5:00 los intermedios y en torno a 4:40 los finales. Distancia total once kilómetros con un ritmo medio de 4:55.

     El Miércoles tocó descanso, y el jueves de nuevo a la carga, mismo recorrido, con un ritmo medio de 4:50, con unas sensaciones extraordinarias, tanto que el viernes tenía pensado descansar, pero volví a salir, diez kilómetros a 4:57. Sábado y Domingo descanso.

      El Lunes nos hacemos 80 kilómetros (en coche) para acudir a una carrera nocturna que se celebra en Librilla, Teo no acude y le echamos de menos, hubiera disfrutado viéndole en plena competición, pero por más que insistimos no hubo manera de convencerle.

        La carrera consta de 7,5 km. No llevo ninguna pretensión, en cuanto a tiempos, simplemente disfrutar de la misma y del ambiente festivo de la localidad. La inscripción la realizamos allí mismo sin mayores problemas. Debemos completar tres vueltas a un circuito urbano, de 2500 metros cada una, dicho recorrido con algún que otro repecho, se hace difícil de correr pues discurre en ocasiones por estrechas calles con continuos giros y cambios de sentido y por lo tanto con las consiguientes aglomeraciones. Antonio desaparece de nuestra vista nada más dar comienzo la prueba, Angel y yo salimos más rápido de lo que teníamos acordado, pero ya sabemos todos como va esto, en el momento que te colocas un dorsal….. En la segunda vuelta pago el precio del alto ritmo de la primera, en la tercera consigo recuperar y entrar en meta junto a Angel, parando el crono en 35:55, con un ritmo medio de 4:47. Fatigado y con un calor sofocante. Puesto en la general 172 de 355 participantes y en mi categoría, el 85 de 228 corredores. La bolsa de corredor, bien, teniendo en cuenta que la carrera era totalmente gratuita, alimentos, bebida, bolsa porta-zapatillas y una toalla, (mi armario agradece que no dieran otra camiseta).

       Los días siguientes hubo descanso, el miércoles decido hacer mi primera tirada larga (lo dejamos en tirada casi-larga) 15 kilómetros a 5:30, muy cómodo y con ganas de más kilómetros. Y para despedir el periodo estival una última salida el viernes, por el ya más que conocido, paseo marítimo.

        Puedo dar por finalizada mi particular pretemporada, satisfecho con la progresión obtenida, y muy contento por como ha sido. Dar las gracias a Teo, es un ejemplo de continua superación, aunque no conseguí los ingredientes de su poción mágica.  Antonio, por acomodar tus ritmos a los míos y por tu amistad, espero y deseo que logres tu objetivo en Noviembre. Y Angel, por esperarme y no permitir que quedara rezagado cuando estas dos fieras tiraban como condenados. Sin vuestra compañía dudo mucho que hubiera progresado tanto.

 

      A partir de ahora comienza lo serio, estoy con ganas por iniciar la semana próxima, el plan para el que será mi quinto maratón en Valencia, me esperan semanas de exigentes entrenamientos que espero poder llevar a cabo, me siento ilusionado, con fuerzas renovadas, con la moral por las nubes y sobre todo, con la gratificante sensación de haber recuperado el estado de forma.