Ansiedad, esta es la palabra que mejor
define el estado en el que me he encontrado la mayor parte de esta semana.
Ansiedad por que llegara el domingo y disputar la media maratón de Getafe, y
digo disputar porque a decir verdad hace tanto que no disputo una carrera que
ya ni me acuerdo. Las últimas carreras han sido, digamos “tranquilas”, me las he tomado, unas como entrenamientos
para alguna prueba mayor, otras haciendo de “liebre” acompañando a algún amigo,
o simplemente por el mero hecho de correr y disfrutar.
Todo eso está muy bien, pero cuando el
gen competitivo que todos llevamos dentro, habla, no hay más remedio que escucharle
y dar al cuerpo lo que pide… y lo que pide es correr rápido, esforzarse y por
supuesto dar todo lo que en ese momento llevemos dentro. Además, que
demonios!!! No todo va a ser entrenar y entrenar, también nos podemos conceder
de vez en cuando alguna que otra alegría.
Desde que empezara en plan
hace ahora dos meses he ido notado gradualmente la mejoría, sé que bajar mi
marca en media maratón (1:35:40), es posible, por lo menos me veo con
posibilidades. En esto del correr, creérselo es el primer paso para
conseguirlo, bueno el segundo, el primer paso es siempre entrenar duro. La
cuestión es que, me veo capaz de lograrlo, además, hacía tiempo que no experimentaba
esas sensaciones de cuando sabes que vas a ir a por todas, esos nervios tan
característicos previos a una gran cita. Estoy ansioso por que llegue el
domingo y, si todo transcurre como debiera, traerme para casa una nueva MMP.