Regreso a mi añorada montaña y algo de MTB

Desde el pasado Trail de Peñalara, hace ahora justo un año, sin pisar mi querida sierra Madrileña, demasiado tiempo.., ya tocaba, y es que entre maratones, lesiones y demás no he podido hasta ahora. Mis ganas han sido correspondidas por la montaña y de qué manera:

900 metros desnivel positivo, 18 kilómetros y casi cinco horas, corriendo/trotando (poco, el terreno no lo permitía), caminando, escalando, y disfrutando como un niño con zapatos nuevos. También visito por primera vez lo que se conoce como la grieta, y que precisamente es eso, una grieta en la montaña de unos 25 metros de altura, tres metros de ancho y aproximadamente 200 metros de longitud. Un lugar con un encanto especial, allí dentro te sientes pequeño, insignificante, pero se respira una paz acorde a la grandeza del lugar, volveré…

Aprovechando la festividad el pasado jueves, surge la idea, la zona elegida para la ocasión: La Pedriza, la ruta marcada: nada de caminos o senderos, todo campo a través. Como explicar el recorrido es complicado, mejor unas imágenes:

 

 

No se si fue peor subir o bajar

Las cabras flipando con nuestra torpeza

 

Mientras corría era consciente que las agujetas los días siguientes podrían ser de record, aunque no me importaba demasiado, ya tendré tiempo de recuperar. Lo que si me sorprende son las sensaciones que las piernas me transmiten, tanto en las subidas como en las bajadas, las noto ágiles y fuertes. A nivel cardiovascular algo más flojo, pero es normal, demasiado tiempo de inactividad, todo se andará….

Al día siguiente las piernas sorprendentemente no dan muestras de cansancio o fatiga, normalmente y después de tiempo sin pisar la montaña, ese día de después suele ser un calvario, pero en esta ocasión cero molestias…

Y si a la ausencia de molestias, le sumamos la euforia y las ganas, sucede lo inevitable, que el descanso previsto para el sábado se convierte en una salida con la bici, de cerca de tres horas y por un terreno muy exigente.

Primera cuesta… Que??? Ni de coña bajo yo por ahí, vamos no bajo por ahí ni andando, mientras me lo pienso mis colegas se tiran como auténticos Camicaces, madre de Dios!! Si hay un momento para rezar es este, que sea lo que Dios quiera… Acojonado no es la palabra…, una cuestaca de unos 80 metros con una pendiente, calculo, que de un 45 %, y llena de surcos, algunos parecían zanjas y es que desde aquí arriba da miedito… mis colegas abajo esperando y a la vez gritando: -vamos tirate!!!, -venga que no pasa nada!!! –No seas cagón!! -No frenes que bloqueas las ruedas!!! -Sin miedo!!!  ¿Qué no frene? Encima me dicen que no frene? Joder para abajoooooo, subidón cuando llego abajo mis primeras palabras son: Repetimos?? Bueno lo primero fue un grito que me rio yo de los que daba Tarzán.

El resto de recorrido todo trialeras, continuos sube-bajas, con raíces, piedras grandes, piedras pequeñas, unas sueltas, otras ancladas el suelo, senderos (por llamarlo de alguna manera), donde entraba la bici y poco más, ramas que te abofetean la cara a la mínima que te descuides, en mi caso cada dos por tres, y es que si miro al suelo, no miro a las ramas. En definitiva terreno muy técnico, por lo menos para novatos como yo, pero para aprender a desenvolverse en estos terrenos, no hay otra, hay que hacerlos y cuantas más veces mejor.

Lo que pasa que se me ha juntado, la inexperiencia, con el estreno de la bici, nuevos pedales automáticos, que sí, que es mejor y que se trasmite más fuerza, y que con un pequeño giro de tobillo se sueltan, pero que una cosa es rodar por caminos aunque haya cuestas y otra cosa es esto.

No me imaginaba yo que se pudiera tocar tanto el cambio en tan poco tiempo, piñones para arriba, piñones para abajo, osti que me he equivocado, me quedo trabado en esta cuesta, aquí hay arena de rio, pero esto qué es?. Demasiadas cosas a tener en cuenta de manera simultánea, con lo que de coger el bidón para echar un trago ni hablamos, vamos ni me lo planteo, ya beberé cuando terminemos o paremos. Hubo cuestas (abajo), en las que no quedó otra que echar píe a tierra y bajar con la bici a cuestas. También es cierto que hubo curvas muy peraltadas y que tracé a la perfección (creo que fruto de la casualidad y no de mi destreza), por lo menos disfruté con la sensación de ser yo quien controlaba a la bici y no al revés, como sucedió durante toda la mañana.

A pesar de todo disfruté mucho en esta mi segunda salida con la bici, la semana pasada fueron 40 km por caminos en tan solo dos horas, esta vez 24 kilómetros en tres horas, las cifras hablan por sí solas, digamos que ha sido el equivalente a un entreno de runnig por la montaña.

Las primeras palabras de mi colega al vernos fueron: Hoy te caes!! Hoy nada de caminos, hoy trialeras. Pero tranquilo que todos nos hemos caído, y no va a ser la última vez.

Joder pues vaya ánimos, lo peor de todo es que tenía razón, en una pequeña subida llena de surcos y raíces, en pleno cambio de plato y a cero por hora, besé el suelo. Pues nada ya estamos mi Orbeita y yo bautizados.

Argg como duele!! Que mal he caído joder, mi colega descojonado, no por la caída si no porque después de incorporarme no dejo de revisar la bici buscando posibles daños.

- Pero quieres dejar la bici y mirarte la pierna que la tienes desollada y estas sangrando como un gorrino!!!

- Que le den por saco a la pierna, joder mi bici nueva, me caguen!!!

Al final todo queda en la maneta del freno un poco tocada. Gajes del oficio.

 

A pesar de todo, tengo claro que repito seguro, quiero volver a disfrutar de la sensación de velocidad, pero una velocidad controlada, y del paisaje porque de momento únicamente he visto mi rueda delantera y el suelo. Supongo que con el paso del tiempo iré más relajado y podré disfrutar más, de momento, para este tipo de terrenos no basta con dar pedales, hay que ir tremendamente concentrado. Sé que no he inventado la pólvora pero estas han sido mis primeras impresiones.

Seguimos sumando y disfrutando, pronto comenzamos con la preparación para el Ultra Trail Guara Somontano.

Felices kilómetros.

 

 

Primer piñazo :-)