Hoy
he salido a correr, no estaba previsto, no había ganas, simplemente ha nacido
dentro de mí la necesidad de hacerlo y esta necesidad ha ido creciendo, podía
sentirla en mis entrañas, y después, ha crecido más y más aún cogiendo tal
volumen que la ligera presión en el pecho se ha convertido en una presión
insoportable, que me ahogaba, que no me permitía respirar… No he tenido más
remedio que ponerme las zapatillas y salir.
Hoy
no hay ruta marcada, hoy no hay dirección establecida, ni calentamiento, ni
ritmos, ni nada, solo correr, correr rápido, muy rápido, todo lo rápido que mis
piernas puedan hacerlo, necesito echar fuera de mí esta angustia que me está
matando. Lo hago corro rápido, muy rápido, mi corazón late a ritmo de vértigo,
duele el pecho, no es el corazón, tampoco el hígado, ni los pulmones, no
conozco este dolor, pero está aquí, dentro de mi… Acelero la marcha, el dolor
aumenta, puedo notar cómo se mueve y se desplaza lentamente hacia mi garganta,
respiro con dificultad, aún así no paro, sigo corriendo, tan solo llevo dos o
tres kilómetros.
Reconozco
este malestar, no es solo dolor, también hay tristeza y angustia y desazón y
por supuesto rabia, mucha rabia, demasiados sentimiento unidos, corro mas y mas
rápido, tanto como no recuerdo haberlo hecho antes, puedo notar mi corazón
latiendo por todo el cuerpo, no sólo dentro del pecho, las piernas duelen, pero
sigo, siento nauseas, paro en seco, no puedo dar un paso más….Cierro mis manos,
las aprieto fuerte y golpeo mi pecho, miro al cielo y grito, grito fuerte, y
con el grito sale toda la rabia contenida.
Estoy
abatido, inclino mi cuerpo, mis manos apoyadas sobre mis rodillas, lo sujetan y
lloro, lloro desconsoladamente y con cada lágrima, con cada gemido, se libera
una porción de esa tristeza, de esa angustia que me privaba del aire necesario
para continuar….
Te
echo tanto de menos papa… Un día como hoy te fuiste de mi lado, te marchaste
para no volver, todavía hoy sigo sin comprenderlo, se que jamás lograré
entender este sinsentido, no tengo reproches, pero sigo sin acostumbrarme a tu
ausencia.. Todavia hoy te añoro tanto como el primer día, son tantas las cosas
que te has perdido, tantas las cosas de las que me gustaría que te sintieras
orgulloso. Sé que, allí donde te encuentres, lo estás, pero necesitaría
oírtelas decir, aunque fuese tan solo una vez más, es tan importante para un
hijo escuchar de los labios de su padre lo orgulloso que se siente de él…..
Sigo
luchando padre, tal y como tú me enseñaste, esforzándome siempre al máximo,
poniendo siempre todo mi empeño en cada cosa que haga y por supuesto
queriendo y disfrutando todas esas cosas. Seguiré haciéndolo a diario y seguiré
esforzándome para intentar algún día parecerme tan sólo un poquito a ti.
Hoy
tenía la necesidad de tener esta deferencia contigo, necesitaba entregarte
algo, aunque poco puedo ofrecerte y ese poco no se como hacértelo llegar,
únicamente puedo darte mi esfuerzo, todo, hasta el último gramo de energía que
llevo dentro. Darte todo y vaciarme para poder así volver a llenarme de ese
amor que desinteresadamente siempre me ofreciste.
Vuelvo
a casa, ya caminando, muy cansado aunque relajado, triste pero ya sin presión, ya
no hay nada en mi pecho, ni en mi garganta, respiro hondo, profundamente, puedo
notar como el húmedo aire entra sin ninguna dificultad y recorre su camino
hasta mis pulmones. Y con cada inhalación me vuelvo a sentir vivo y la tristeza
desaparece y con ella la desazón y la angustia, puedo sentir como mientras
salen los últimos restos, entra a su vez una nostalgia envuelta en una paz que
me reconforta y con ella llegan los recuerdos y sonrío y vuelvo a llorar, pero
ahora de alegría, porque a fin de cuentas, he sido afortunado. Afortunado sí, por
haber tenido la suerte de tener como padre a una de las mejores personas de este
jodido mundo.
Gracias
papi, gracias por todo, siempre vivirás en mi corazón.
19-10-2012
Correr libera tensiones Javi, te une contigo mismo.
ResponderEliminarSiento lo de tu padre, por mucho que ya no este a tu lado, siempre estara contigo.
Animo fiera!
Solo puedo decir que me he emocionado.
ResponderEliminarPor supuesto que siempre vivirá en tu corazón y no te quepa la menor duda que cada día te observa desde arriba sintiendo ese orgullo que tan importante es para un hijo.
Un fuerte abrazo amigo
Una entrada preciosa.
ResponderEliminarMe has hecho recordar lo que he sentido muchas veces.
Un abrazo muy fuerte.
Qué entrada más emotiva.
ResponderEliminarEnhorabuna y un fuerte abrazo
Me ha emocionado mucho, un Padre es mucho... Un abrazo, Javi
ResponderEliminarUn buen homenaje. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosa entrada amigo,
ResponderEliminarmi padre se fue mientras preparaba mi primer maratón y eso hace que lo tenga siempre muy presente cuando corro.
Bonito homenaje.
Aúpa Javier¡¡¡
ResponderEliminarAunque yo todavía tengo la suerte de contar con mis padres, puedo imaginarme esa tristeza de la que hablas, más aún después de leer esta emotiva entrada (eres un artista tanto dibujando como escribiendo), otro motivo del que a buen seguro tu ""papi"" presume de hijo haya donde esté, porque puede, claro...
Un abrazo Compi¡¡
Quantas vezes leia essas palavras serão as vezes que eu me emocione. Parabéns e acho que todos os que não sabem escrever tão bem sentem o mesmo e você resumiu muito bem.
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