Como pasa el tiempo

Hace cuatro días, en Septiembre completé mi primer ultra, dos meses después el maratón de valencia, 70 días más tarde en Febrero el maratón de Sevilla, el tiempo pasa sin darnos cuenta… sobre todo si estamos en esa dinámica de Planes, entrenos, ilusiones, carreras, mas planes, mas entrenos, mas ilusiones, y más carreras, no hemos terminado una y ya estamos pensando y planeando la siguiente… El tiempo pasa, pero no los kilómetros, esos no pasan, esos se quedan en nuestras piernas, todos y cada uno de ellos y lo malo es que algunas veces vienen con “premio”.

Tengo como costumbre, después de cada maratón, desconectar totalmente alrededor de 15 días, en esta ocasión con mayor motivo pues acabé con el gemelo/soleo pelín tocado. La idea en un principio, la de siempre: un par de sesiones de fisioterapia para volver a poner todo en su sitio y comenzar de nuevo… Además después de dos semanas parado las ganas de correr vuelven y de qué manera!!!!

Pasadas las dos semanas de rigor, meto algo de gym, bici y elíptica, los gemelos no responden como debieran, están peor de lo esperado, con lo que más sesiones de “sado-fisio”. Dolor… bueno, el que más, el que menos lo ha sufrido alguna vez… Una vez controlados los soleos, comienza el aductor, afortunadamente es poca cosa y con otro par de sesiones queda solventado, tres semanas parado. Se organiza quedada en Pozuelo, con Jan, Caprus y algunos amigos más que completamos a un ritmo muy cómodo, unos 15 km, alguna molestia, aunque lo achaco a la inactividad, la zona lumbar también se queja, no le doy mayor importancia, esa molestia me suele acompañar con bastante frecuencia.

El día del Padre salida con los colegas, todos ellos inmersos en la preparación del maratón de Madrid, salen 15 km a un ritmo medio aproximado de cinco minutos el mil, cero molestias en gemelos y aductores, me sorprende lo fácil que me resulta mantener ese ritmo, aunque las molestias en la zona lumbar se acentúan… Por la tarde literalmente “doblado”,  atarse las zapas… misión imposible…

Dicen que los coches se rompen de no usarlos…. Creo que los cuerpos también.

Nueva sesión de fisioterapia, rozarme la zona lumbar hace que vea todas las estrellas del firmamento, El fisio se asusta y me comenta que hace muchos años que no trata una espalda tan contracturada, pues genial!!! Analgésicos, antiinflamatorios, relajante muscular, calor seco, etc, etc, y nueva sesión en unos días…. Imposible no efectuar la pregunta de siempre:

- ¿Para cuanto tengo con la lumbalgia?

- Olvídate de hacer nada en…, por lo menos quince días, además de no deber, tampoco vas a poder, y por si fuera poco, te estás jugando una hernia discal y eso ya son palabras mayores…

- Pues qué bien!!!

Han pasado otros diez días más y aquí seguimos sin poder hacer nada. De pie: mal, sentado: peor, tumbado: mejor ni hablamos, curiosamente caminando el dolor no se acentúa.  Un mes parado es demasiado tiempo, además esto de estar del sofá a la cama, de la cama a la silla y de la silla de nuevo al sofá “me mata”. El dolor duele, pero no poder duele más.

 

 

Ayer por la mañana recibí una visita inesperada, un Señor, que decía llamarse: Sindrome y de apellido Abstinencia, aunque coloquialmente todos le conocen como “mono”.

Sí, pasé el mono del running, a decir verdad no lo pasé pues me puse las zapatillas y salí, pero me dio fuerte, por un momento me sentí preso en mi propio domicilio y con la imperiosa necesidad de salir si o si, con la sensación de que no había alternativa posible…

El Gps ha “pillado” satélites, pues venga vamos…. Espera un momento, ¿el gps?, ¿para ir a caminar?, bueno sí no tiene sentido, es la costumbre, la rutina de tantas y tantas  veces, total ya da igual. No he completado mil metros cuando me cruzo con mis compañeros de fatigas, vienen de completar su tirada larga semanal, parte médico y continúo mi camino, uff que envidia, bueno yo a lo mío... me conformo con seguir caminando, estos días de soledad de vez en cuando vienen bien. A la altura del kilómetro tres, la mente sugiere a mis piernas que intenten trotar, y en eso se queda en un intento, el golpeo del pie en el suelo repercute en la zona lumbar y de qué manera. Suena el móvil, fotos de mas colegas desde la montaña…. Hombre esto no se hace!!!! Que está uno aquí intentando hacer lo que buenamente puede…. Es como estar a dieta y venir a visitarme con una tarta de manzana casera y recién horneada…  Bromas aparte, se agradecen las fotos y que os acordaseis de mi, aunque en ese momento….

Finalmente completo 6 km en una hora y diez, molestias las mismas que sentado, la cuestión es que me voy para casa más contento que unas castañuelas, no he sudado, no estoy cansado, pero ahora habita dentro de mí una placentera sensación de bienestar.

Felices vacaciones de semana santa a todos.