Pues no, no ha podido ser, el Sub-3:20
tendrá que esperar, hasta el km 16 estuve coqueteando con el globo de las 3:15…
Si tuviera que definir mi estado físico y mental durante esos primeros kilómetros...
Feliz sería una palabra pequeña para albergar todas esas emociones y
sensaciones vividas, sólo por eso ya ha merecido la pena correr el maratón.
A pesar de no haber hecho marca,
éste maratón ha sido el de los records, el de mis records particulares, ha
sido:
En el que más he entrenado.
En el que más me ha costado
entrenar.
En el que más ganas e ilusión he
sentido.
En el que más compañeros y amigos
he visto y conocido.
En el que más nervios he pasado,
la experiencia de los anteriores maratones no sirve, los nervios están y
estarán siempre.
En el que más he rezado durante
la carrera pidiendo no romperme y poder terminar. Sí, lo sé el plan era
retirarme si había problemas, hay vida después del maratón, y yo lo que quiero
es seguir corriendo. La estrategia de carrera se diseña sentado y con la cabeza
fría, y en ese momento estaba corriendo y con la cabeza caliente, así que “palante”.
En el que más impotencia y
frustración he sentido, porque malo es no poder cuando las piernas no van, pero
peor aún es tener fuerzas y no poder correr por una lesión.
En el que más dolor físico he
sufrido, de largo y con mucha
diferencia.
En el que más esfuerzo he
realizado.