Maratón Valencia 2012 (Mi Crónica)

El viaje a Valencia estaba previsto desde hacia tiempo, esta vez, varios de los amigos que normalmente se desgañitan animando, los mismos que con una paciencia digna de elogio, hacen su maratón particular yendo de un lado a otro, iban a tener la suerte de vivir desde dentro y por vez primera todo lo que significa la palabra Maratón…. En esta ocasión a mi me tocaba verlo desde fuera, intentando por todos los medios, hacerles llegar los mismos ánimos, la misma fuerza que habitualmente ellos nos transmiten.

En esta mi primera vez, viendo los toros desde el burladero, tenía más o menos asumido mi nuevo rol de “animador”, era consciente que me costaría Dios y ayuda no calzarme las zapatillas y acompañar a alguno de ellos, por lo que intentaría vivir y disfrutar el maratón desde esta nueva óptica. Pero el maratón es caprichoso y por desgracia para mi compañero una inoportuna lesión le impedirá correr… el dorsal queda sin dueño…. El resto de la historia ya la conoceis.

 

La llegada a Valencia y sobre todo la obligada visita a la feria del corredor, coincide con el aumento de los nervios y sobre todo de las dudas y la incertidumbre y es en este preciso instante cuando me percato de la insensatez que he cometido. Imposible no recordar y comparar mi estado de forma con el año anterior, imposible no pensar en esa tranquilidad que te da haber entrenado durante un tiempo… Imposible no ver corredores bien entrenados por todas partes….Digamos que no estaba preparado para todo esto y me pilla por sorpresa, no he vivido ninguna de las fases del maratón….

- Ese día en el que nace la idea y la ilusión crece según va tomando forma esa idea….

- Ese día que te armas de valor y realizas la inscripción….

- Ese buscar un plan de entrenamientos, estudiarlo, amoldarlo a tu condición física, a tus necesidades a tu disponibilidad…

- Ese entrenar duro con esos entrenos “redondos” que tanto nos gustan, y esos otros que no salen en esos días que no vamos, pero que terminamos sacandolos adelante.

- Ese informarse  de la carrera, el perfil, el recorrido, avituallamientos y demás….

- Ese tapering con esos nervios, con esa ilusión, con esa ansiedad por que llegue el esperado día…..

Y como nada de esto ha ocurrido, no soy consciente, justo hasta este instante, en el que me veo aquí y es entonces cuando comienzo a darme cuenta que yo también voy a formar parte de todo este tinglado.

Y es en ese momento cuando salen todas las dudas de mi cuerpo, no por que deje de tenerlas, sencillamente porque el “canguelo” entra con fuerza y de repente invadiendo el lugar que ocupaban las primeras.

Por un momento siento que este no es mi sitio, que no es mi lugar, con la sensación de que no debiera estar aquí, esta no es mi carrera, reconozco que me agobio un pelín….creo que he pasado juntos y en un rato, todos los nervios que debería haber pasado durante la última semana.

Esto ha sido, es y será siempre una fiesta, no un fastidio, nadie me obliga, no tengo que demostrar nada a nadie y si corro es porque quiero y sobre todo porque me gusta y disfruto haciéndolo, así que correré cuanto pueda y hasta donde llegue…

El resto del día paseando y de turismo por la bonita ciudad de Valencia, ya no pensaría más en la carrera (mentira, cada 15 minutos algo me recuerda al maratón). Por la noche ultimar preparativos y a descansar y dormir todo lo posible….

6:30 A.M… El despertador estaba previsto para 15 minutos más tarde, pero me resulta imposible estar un minuto más en la cama, los nervios me echan fuera, aunque hay tiempo más que de sobra, la carrera dará comienzo a las 9:00. Desayuno, a base de café, zumo, pan y bollería. Preparo algo de comida para la carrera, un par de geles, uvas pasas, y frutos secos. Salgo al encuentro de amigos con los que he quedado a las 8:00 cerca de lo que será la línea de salida. La temperatura perfecta, el cielo nos regala el mejor de sus azules, alguna que otra nube, pero sin amenaza de la lluvia que hasta anoche mismo nos tenía más que preocupados.

En el punto de encuentro saludo a Las gacelas de Madrid, Román, los chavales de la tapia, Juanlu, Gonzalo, Bea, y su amiga Isabella, que se estrena en la distancia… (nunca antes vi tantos nervios juntos,) al verla no puedo evitar echar la vista atrás y recordar mi primer maratón, creo que yo estaba incluso más nervioso. Fotos para inmortalizar el momento y para la línea de salida.

 

Existen cajones para situarse dependiendo el tiempo que cada uno haya acreditado, en nuestro caso, nos colocamos prácticamente al final. El tiempo no nos preocupa a ninguno lo más mínimo y aquí detrás también se vive el ambiente tanto o más como en los primeros puestos. Nuevas fotos, bromas, nos ponemos al día con las hazañas realizadas, y con los retos futuros, el parte médico de cada uno, es ya un habitual antes de cada carrera, así que también lo hacemos. Se respira alegría y emoción allá por donde mires, este momento como siempre es único, aunque todos iguales… todos tan distintos….

Otro punto de vista....

 

 

El destino hace que tenga la suerte de coincidir con Alberto, uno de los compañeros con los que realicé los 100 km de Madrid-Segovia. Qué casualidad, y que alegría  coincidir con él, entre más de diez mil personas.

A las nueve en punto oímos el pistoletazo de salida acompañado de una fuerte traca, por alguna extraña razón, los corredores que nos preceden no avanzan, pasan los minutos, la espera se hace interminable, finalmente pasamos por el arco de salida a las 9:11….. (menos mal que hoy no iba buscando marca!!!).

Los primeros kilómetros….. pues como los primeros kilómetros de cualquier maratón, una fiesta!!!. Es indiferente que el maratón sea en Chicago, Madrid, Barcelona o Valencia, esos primeros instantes siempre son y serán especiales, ese momento donde damos rienda suelta a todas esas emociones contenidas, ese momento donde cada uno las exterioriza como y de la manera que quiere, me fascina, es un momento único y que siempre disfruto enormemente.

Y debe ser así, pues ocurre que estos primeros kilómetros transcurren en un suspiro, a pesar de ir en esta ocasión con un ritmo lento, muy lento, rodamos en torno a 6:30, como no podía ser de otra manera vamos cómodos, mis pulsaciones en torno a las 120. Antes del primer avituallamiento veo a los amigos, esos con los que debería estar ahora de no haber corrido hoy, les comento que Mari, la intrépida aventurera que hoy si todo va como debiera, será maratoniana, viene detrás, en efecto cuando me despido de ellos aparece, está exultante, feliz, me alegro por ella, se lo ha “currao” ha entrenado duro y sé que llegará a meta, no tengo dudas.

 

Acelero la marcha, me encuentro de nuevo con Bea e Isabelle, cambiamos impresiones sobre la carrera, también para los próximos 100 Km y el M.A.M. gracias por los consejos.

Llegamos al kilómetro diez y lo hacemos en 1:05, a nivel cardiovascular, perfecto, aunque la cadera comienza a quejarse, intuyo que el bajo ritmo y la cadencia llevada han hecho que dicho dolor aparezca. Antes de acelerar la marcha, aprovecho el avituallamiento para comer unos frutos secos, me despido de mis improvisados compañeros, nos deseamos suerte y continúo mi camino.

El sol comienza a realizar su cometido, la temperatura ha aumentado ligeramente y lo agradezco, me gusta correr con calor. He aumentado el ritmo, aunque no mucho, si lo suficiente como para que la molestia haya remitido, sigo bien de cardio, aunque no quiero concederme más licencias de las necesarias, voy rodando entre 5:45 y 6:00 minutos el mil, de momento prefiero ir cómodo y reservón que esto es muy largo.

A la altura del kilómetro trece me encuentro con mi familia y parte de mis amigos, la otra parte de las amistades, se encuentra animando al resto, ya que también alguno corre en la carrera de los 10 km. Les comento que voy bien y sin molestias, me desean suerte, nos despedimos y continúo la marcha.

Estoy disfrutando de la carrera, si dijese lo contrario estaría mintiendo, el día está perfecto para correr, la ciudad está preciosa llena de gente animando a nuestro paso, con música, actuaciones, disfraces, una auténtica fiesta, los avituallamientos están siendo perfectos…. Aún así me está resultando un maratón un tanto atípico, noto que algo falta, he recorrido otros cinco kilómetros y sigo con buenas sensaciones pero siento que algo falta…. Echo de menos a mis colegas con los que habitualmente suelo entrenar, he tenido la suerte de poder compartir maratones con todos y cada uno de ellos, y desde luego no hay color entre correr acompañado a hacerlo solo.

Hasta la media maratón más de lo mismo….. yo sólo con mis pensamientos, buenos, malos, regulares….  Ya me vale!!!. En pleno maratón y aquí dándole al “coco”, para eso están los entrenamientos joer!!! Tengo que cambiar el chip ya…

La media maratón la paso en 2:12, tiempazo..!!!

Repongo fuerzas, un gel, unas gominolas y un plátano que la organización nos ofrece, y que me sabe a gloria.

El 2:12 que me marcaba el gps al paso por la media, me hace “tilín” en la cabeza, no puedo evitar hacer cálculos….

Para entrar por debajo de 4 horas…. Tendría que hacer la segunda media en 1:48, eso supone rodar algo por encima de 5 minutos el mil…..y… ¿Por qué no?. No estoy disfrutando como debiera y creo que el motivo es porque no estoy corriendo como debiera….

Comienza mi carrera…. El recorrido es el mismo que el año pasado, lo conozco, es totalmente plano, ahora nos precede una larga recta de unos dos kilómetros y medio, giro de 180 grados y volvemos por el mismo camino pero por la calle paralela. Me encuentro mejor de lo esperado, voy rodando a los cinco minutos el mil que quería, me siento ágil, me sorprende que con la falta de entrenamiento pueda tener esta sensación pero es la que mis piernas me trasmiten, es obvio que he perdido velocidad, pero creo que el fondo que me dieron los entrenos para los 100km todavía perdura…

Aún así no quiero pasarme que Mr. Mazo te endiña cuando menos te lo esperas…

Mi umbral aeróbico termina sobre las 165 pulsaciones, justo donde da comienzo el anaeróbico, justo donde comienzo a acumular lactato, justo donde, de momento, no debo ir. La falta de entrenos no sólo afecta a las piernas, el ritmo cardíaco también se resiente y aumenta ostensiblemente cuando no se está bien entrenado. Necesito saber cómo están estas pulsaciones, pero en esta ocasión no llevo pulsímetro, pulgar e índice a la garganta y a contar…. 40 pulsaciones en 15 seg. Pues eso….por cuatro, tenemos las 160 ppm, no es como para tirar cohetes, pero podría ser peor….., decido continuar al mismo ritmo.

Mientras “subo” (si el desnivel de esta subida es del 2 % es rabiando) la calle que anteriormente “bajé” coincido con Bea, nos saludamos brevemente, me indica que va sufriendo con el calor, aunque la veo bien, de Isabella ni rastro, espero que siga adelante, sería una lástima que en su primer maratón tuviera que abandonar. Creo que todos los que se estrenan en la distancia, solo por el mero hecho de haberlo entrenado, deberían tener asegurado llegar a meta, tener la valentía de ponerse en la salida de un primer maratón, debería ser ya motivo suficiente para garantizar llegar a la otra línea… la de la meta.

Llego al km 25, a pesar de haber subido un punto el ritmo, me encuentro bien, sin molestias, ahora estoy sudando como acostumbro cuando el esfuerzo es el adecuado, con una cadencia que me gusta, la respiración algo más acelerada que antes, pero controlada, la música ayuda, me noto, como solemos decir…. “redondo”, los kilómetros pasan rápido y eso es buena señal.

El único “pero” es el hambre, lo mío con la alimentación en las carreras es para estudio, un expediente equis, no es normal que pase tanta hambre con la cantidad de alimentos que ingiero, lo mejor (o peor), es que todo que engullo mi estomago lo asimila bien y en ocasiones como en este momento me pide más…. Este avituallamiento lo esperaba como agua en mayo, ya no quedaban provisiones en los bolsillos de mi pantalón, así que plátano y ciruelas pasas, al canto… la bebida ni que decir tiene que cada 5 km “cae” un vaso de agua y/o media botella de bebida energética, hay que reponer todas las sales que estoy perdiendo a través del sudor.

En el kilómetro 28 me encuentro de nuevo con mi familia y mis incondicionales amigos, doble alegría, por verlos y por la sorpresa ya que desconocía el punto donde me encontraría con ellos. Me regalan las mejores de sus sonrisas y sus aplausos y abrazos llenan los depósitos del ánimo y de la moral hasta los topes, permanezco parado alrededor de dos minutos, les hago un breve resumen de cómo voy, como alguna fruta, lleno los bolsillos de avellanas y un gel energético y continúo la marcha.

La parada me ha venido genial aunque he perdido el ritmo que llevaba y me cuesta un poco volver a cogerlo… finalmente consigo llegar al kilómetro treinta, sale un parcial aproximado de 5:06 desde la media maratón. Recuerdo que el año anterior transitamos por un túnel que este año no veo, juraría que estaba antes, finalmente consigo verlo, odio los túneles, es una sensación rara, parece que por un momento es aire se viciase y no fuera tan puro como fuera de él. Han descolgado a la entrada y salida del mismo, unos enormes altavoces y desde estos sale una música estruendosa, que mas que animar… atormenta, afortunadamente dura poco este calvario. Llego al kilometro 32… solo falta un diez mil para volver a vivir esa sensación de cruzar la meta, me encuentro francamente bien, sin molestias, sin síntomas aparentes de cansancio, miro el gps y me dice que llevamos corriendo tres horas y ocho minutos… Está claro… dispongo de 52 minutillos para bajar de las cuatro horas…

 

Manos a la obra… Quiero intentarlo…. Intento buscar la zancada y el ritmo idóneo para poder rodar a esos cinco minutos el mil, sin desfallecer en el intento. Al principio me cuesta, miro el gps pero no baja de 5:15 y podría jurar que la sensación que tengo es de ir por debajo de cinco, aprieto un poco más… en efecto el gps no ha marcado el ritmo como debiera, pues he completado dos kilómetros, el 33 y 34, en 9 minutos, eso son 4:30 el mil, creo que me he pasado, pero no disminuyo, ¿ Para qué voy a hacerlo, si voy bien?.

kilómetro 35, allí tenemos otro avituallamiento y bajaré el ritmo para beber y comer, pero hasta que llegue allí, seguiré todo lo rápido que pueda, bueno no todo, pero sí bastante. Este kilómetro sale a 4:45, cojo una botella de bebida energética y vuelvo a comer unas avellanas, con esto debería tener hasta la meta…

 

El calor aprieta, y hace mella en los corredores, podría asegurar que más del treinta por ciento va caminando, en ocasiones me cuesta adelantar y tengo que zigzaguear, tengo un pequeño altercado con un ciclista que acompaña a un corredor…. (Prefiero no comentar lo que pienso al respecto, tal vez en otro momento me explaye con este tema). Las piernas están respondiendo mucho mejor de lo que hubiera podido imaginar, me siento cómodo, las pulsaciones se encuentran algo más altas de lo que debería, pero me es indiferente, quedan pocos kilómetros y ya da igual que aparezca la fatiga.

Hasta el kilómetro 38, continúo a buen ritmo, sigo rebasando a multitud de corredores, a pesar de que mi ritmo ha disminuido, he rodado en torno a cinco minutos el mil, tengo la sensación de ir volando, a una velocidad de vértigo!!! Hay que fastidiarse como se distorsiona la realizad cuando llevas casi 4 horas corriendo, de hecho, si en ese instante me dicen que voy a cuatro pelaos me lo hubiera creído….

Sigo sin molestias, sin dolores, sin fatiga muscular, ni mental ( que es casi peor ), a pesar de todo mis piernas no corren más rápido de lo que mi cabeza las ordena, es una sensación extraña pero así es, creo que no dan más de sí. Hasta el 40 el ritmo ha vuelto a bajar y he rodado a 5:20 largos….

Solo quedan dos kilómetros, y tengo algo menos de diez minutos para llegar y bajar de esas cuatro horas…

- Javier pasional: Vamos, vamos!!! Que podemos hacerlo.

- Javier racional: Pero donde leches vas? Que mas da entrar en 3:59 que en 4:01?

- Javier pasional: A callar!!!  y apretar todo lo que se pueda apretar, nunca lo entenderías…. Así que no voy a perder tiempo ni fuerzas explicándotelo.

Y en efecto aprieto….y ahora si noto la fricción de las articulaciones, y con ellas ese dolor tan característico del km 40, pero ya todo da igual, aprieto…..Y total para ir a 4:50, si, pero con la sensación de ir a 3:50 y a fin de cuentas es lo que importa no? La sensación!!! Que mas da a cuanto vayamos? Lo importante es lo que sintamos!!! Y si yo siento que estoy volando a 3:50, es que voy a 3:50!!!

Y cae el 41, y comienzo el 42…. Este es el mejor kilómetro de todos, sigo corriendo con rabia, y me emociono, joder soy un blando, siempre me pasa, pero no puedo evitarlo, en el 42 me vienen a la mente tantas cosas… todas las personas a las que quiero y las que me quieren, y mi padre ( juntos nos hemos ventilado otro maratón )!!!! Miro el gps y marca 3:59 !!! Sí señor, lo he conseguido!!, sí, lo sé, es solo una cifra, pero me siento bien por haberlo intentado, por haberme esforzado y por haberme vaciado…. La segunda media maratón, sale en 1:48, pues si estoy contento y satisfecho, no es un marcón, pero ha sido mi esfuerzo y lo doy por bueno….

 

Y por fín…..Los últimos ciento noventa y cinco metros……Da igual los maratones que hayamos corrido, el lugar y el tiempo que hayamos empleado…. La entrada en meta siempre ha sido, es y será algo indescriptible, un momento único que todo deportista debería sentir al menos una vez en su vida.

 

 

 

Gracias por todo Maratón, volveremos a vernos pronto….

 

Gracias Eugenio/Miguel por el dorsal y por brindarme una oportunidad para volver a vivir todo esto.

Gracias Alberto (bomber) por las fotos.

Gracias tropa por los ánimos.

Enhorabuena Mari por su primer maratón, bienvenida al club, ya eras grande, pero ahora lo eres más.

También a Jose y Rosa por su triunfal estreno con la hermana pequeña del maratón, diez kilómetros son menos sí, pero son el primer paso que hay que dar y que todos hemos dado, todo lo demás vendrá solo….