No
recuerdo el momento exacto cuando nació la idea de correr un ultra por la
montaña, tampoco creo que estas cosas haya que pensarlas demasiado, más que
nada por que como le dediques más de 5 minutos, no te inscribes. La cuestión es
que un buen día, y mientras ojeas la página web de la organización, te
encuentras rellenando la inscripción y cuando te quieres dar cuenta has hecho
“click” en un botoncito que pone: “enviar”, el siguiente paso, no es otro que
leer una nueva ventanita emergente: Enhorabuena,
Tu inscripción se ha realizado correctamente....
En
ese instante inspiras profundamente, aguantas la respiración unos segundos, y
mientras sueltas el aire te preguntas eso de: ¿Pero qué he hecho?. Es entonces cuando
un escalofrió recorre tu cuerpo, te entra el canguelo sí, pero sonríes, y lo
haces porque sabes que acaba de dar comienzo una nueva cuenta atrás, otra más.
La cuenta atrás de algo grande, por lo menos para ti lo es, algo por lo que vas
a vivir los próximos meses. El siguiente paso es contárselo a todo el mundo y a
continuación diseñar un plan de entrenamiento.
Pues el plan a priori es
perfecto, maratón de Sevilla en Febrero, quince o veinte días para descansar y
reponer fuerzas, desintoxicarme del asfalto y algo más de tres meses por
delante para preparar una carrera de 60Km. con 5600 metros de desnivel
acumulado.
Debido
a las lesiones y a una intervención quirúrgica el plan se va al garete, y con
él, todas las ganas e ilusiones depositadas en el nuevo reto, 90 interminables días
en el dique seco. A falta de un mes para la gran cita recibo el alta médica y por
alguna extraña razón, las ganas y las ilusiones perdidas regresan a mí,
finalmente decido ser de la partida, o por lo menos intentarlo. Sé que voy mal
de entrenos, me faltan kilómetros en las piernas y me sobran kilos en el cuerpo,
aún así, creo que una carrera por la montaña no se puede desaprovechar y si es
un ultra con mayor motivo, hay demasiadas emociones y sensaciones allí arriba
esperándome como para desperdiciarlas. Es poco tiempo sí, pero no imposible,
además de nada sirven los lamentos, no tiene sentido quejarse por hacer algo
que deseo y que nadie me obliga a hacerlo, cualquiera podría decir y con razón
eso de: pues haber entrenado más o no haber ido…
Sábado
29-06-2013, 4:30 A.M.
Suena
el despertador, esta vez lo he ganado!!, le he “metido” la friolera de veinte
minutos!!!, ya estoy desayunando, o por lo menos lo intento, un plato de pasta
espera ser engullido, hoy no sé qué pasa pero el estomago está cerrado, pruebo
con un vaso de leche, galletas y un plátano, no es gran cosa, pero bueno ya
comeré más tarde.
El
viaje en coche hasta Navacerrada como siempre que acudimos en tropel, se hace
ameno y divertido, no faltan las bromas y las risas, quizás más de la cuenta,
me parece a mí que hay mucho nervio en el ambiente.
El
viaje en el autobús lanzadera, que la organización ha puesto a nuestra
disposición desde Navacerrada, hasta la
Salida en Rascafría, ese ya es otra historia, algo menos de una hora con constantes
curvas que hacen que el estomago se revuelva y de qué manera. Aunque también es
cierto que yo con un par de vueltas sobre mí mismo, ya estoy cazando moscas,
sin duda lo peor del día, hubiera preferido hacerlos corriendo.
Mientras caminamos hacia
la salida saludo a Yolanda, compartimos charla durante unos minutos, también anda con el estómago de
aquella manera, nos deseamos suerte y a ultimar detalles.
Todavía restan más de 45 minutos para que dé comienzo la carrera, momento idóneo para dame un paseo por las inmediaciones y abstraerme, necesito un momento de soledad, pensar e intentar poner en orden algunos que otros pensamientos, cuando creo que todo está más o menos ok, vuelta al redil.
Ya
en la línea de salida y mientras la organización hace el correspondiente
control del material obligatorio, me encuentro con Kike, también a Juanlu, echo
en falta a Celina, debe andar por aquí, me hubiera gustado verla y desearla
suerte, otra vez será….
Pistoletazo
de salida, todos como galgos, pero.. ¿esto no era una carrera de sesenta
kilómetros? Bueno, pues a correr se ha dicho, más que nada por que como no
corras los que vienen por detrás te pasan por encima. Los colegas desaparecen
como por arte de magia, era de esperar, están muy fuertes.
Aunque es lógico y cada
uno debe hacer su carrera no deja de fastidiarme el hecho de correr sólo, nunca
me ha gustado eso de correr sin sentir la proximidad de un amigo, para un
rodaje tranquilito o una carrera de esas de trámite pues vaya, pero para una
carrera de este tipo… y por si fuera poco, hoy con mi pésimo estado de forma…
(joder ya estoy llorando de nuevo y eso que dije que no iba a quejarme!!).
Dice Pegasus, y yo confirmo, que… en las carreras hay ángeles disfrazados de corredores, y que éstos prestan su ayuda a quien lo merece o a quien lo necesita y que por ese motivo siempre que podamos, nosotros también debemos ayudar cuando sea menester. El modo de hacerlo, es simple, unas palabras de aliento, un abrazo, un simple apretón de manos, marcar el ritmo, ofrecer charla o simplemente nuestra compañía.
Pues
hoy estoy de suerte, sin todavía necesitarlo, (el primer ángel viene a visitarme), cuando no he completado un
kilómetro de ascensión, me encuentro con Gabriel y Rober, dos viejos amigos,
con los que he compartido salidas por estos mismos parajes. Su ritmo es parejo
al mío, me comentan que van a continuar así, alternando trotar con caminar, insisten
para que me acople con ellos… ni que decir tiene que no necesitan mucho más
para convencerme.
Conozco
el camino y su dureza y tal vez por eso, intento mantener la calma, aunque me
muero de ganas por correr, finalmente y aconsejado por Gabriel, decido no
concederme más licencias de las necesarias, que esto es muy largo. El primer
puesto de control coincide con el primer avituallamiento, a pesar de tardar
1:46 h en cubrir estos primeros diez mil metros, tengo la sensación que ha sido
un suspiro, compartir charla, y kilómetros con estos dos crack ha sido de gran
ayuda. Reponemos fuerzas con unas almendras, unos trozos de naranja y algo de
liquido, también rellenamos las mochilas con agua.
Coronamos
el puerto del Reventón, el siguiente puesto de control está en lo alto de
Peñalara otros ocho kilómetros. Los primeros muy disfrutones y corribles,
falsos llanos, sube-bajas, las piernas están algo bloqueadas por la subida y no
falta algún que otro tropezón aunque tengo suerte de no “besar” el suelo.
Gabriel
y Rober, se alejan paulatinamente y comienzan a tomar distancia, creo que no
han aumentado la velocidad, creo que ha sido la mía la que ha disminuido,
suerte chicos y gracias por vuestra inestimable compañía!!!. Comienza la
verdadera ascensión, dos mil metros y estaremos en la cima, vamos Javi, tu
puedes!, son únicamente dos mil metros, eso sí, dos mil metros que salen a casi
20 minutos cada uno.
La ascensión complicada sobre todo en los tramos finales donde resulta imposible correr, imposible caminar, con zonas en las que te paras… analizas la situación, decides donde poner las manos y los pies y finalmente das un pequeño pasito saltando de una mega-piedra a otra., algo de riesgo a caerte y hacerte “pupita” sí, pero tremendamente emocionante.
La ascensión complicada sobre todo en los tramos finales donde resulta imposible correr, imposible caminar, con zonas en las que te paras… analizas la situación, decides donde poner las manos y los pies y finalmente das un pequeño pasito saltando de una mega-piedra a otra., algo de riesgo a caerte y hacerte “pupita” sí, pero tremendamente emocionante.
Porque…
coronar una montaña, cualquiera que sea, grande o pequeña, siempre es
emocionante, subir a Peñalara, por su dificultad es genial, hacerlo dentro de
una carrera resulta increíble, si cuando tocas cima compruebas que hay gente
allí arriba animando ya es la leche y si esa gente son colegas ya es para
morirse… Cuando me faltaban escasos ocho o diez metros, alzo la vista y veo cámara
en mano a Alberto, alegrón es decir poco…
unos metros más atrás a Ruth y a su lado al incombustible y bueno de Jan.
Gracias
por vuestro aliento, por vuestras sonrisas y por ese abrazo tío, ni te imaginas
la energía que me transmitiste en ese instante, te debo una… (El segundo ángel del día).
Este
segundo control ( kilómetro 18 de carrera) lo pico en 3:22 h.
La
euforia del momento y una tentadora cuesta abajo hace que no gire a la derecha
y continúe de frente, además corriendo como si me lo fueran a prohibir. Como
soy “Don Despiste” no me percato de que me he pasado hasta cerca de 500 metros,
media vuelta y campo a través hasta que vuelvo a la carrera… Ya me vale, un
regalito para las piernas de casi un kilómetro!!!
De
nuevo rodeado de corredores, bueno rodeado es decir mucho, un par de ellos a
unos cien metros por delante, otro más a otros 40 metros y otros tantos por
detrás, no hace falta más, la cuestión es tener contacto visual. Aunque la
carrera está perfectamente balizada, es fácil, como no vayas concentrado,
desorientarse y lo que es peor, perderse, eso de ir viendo una mochila delante
como que da tranquilidad.
El siguiente
avituallamiento y puesto de control está situado en La Granja, aproximadamente la
mitad de la carrera, diez kilómetros de un descenso que comienza de manera
lenta, es técnico, y si las piernas subiendo el primer puerto del reventón,
estaban bloqueadas, ahora lo están más, las noto rígidas, sin frescura, faltas
de agilidad. Afortunadamente a medida que pasan los kilómetros me voy sintiendo
mejor, adelanto a bastantes corredores, algún otro hace lo propio conmigo,
mientras transitamos por una inmensa y verde pradera, veo corredores parados,
supongo que será un control sorpresa. Pues va a ser que no, un pequeño
riachuelo con unas aguas heladas y cristalinas, imposible no echar un trago,
pues si todos paran será, por algo.
Una vez bebido y refrescado continúo la marcha, me uno a un grupeto de tres corredores que están haciendo la carrera juntos, llevan buen ritmo, quizás demasiado bueno para mis piernas. Aunque ahora, no sé muy bien porqué, me encuentro, fuerte y ágil, tal vez esté malgastando energías que después me puedan hacer falta, la cuestión es que disfruto enormemente de los continuos sube-baja. Atrás queda el bosque, transitamos ahora por un camino con una fuerte pendiente negativa, un camino de esos…. “pestosos”, irregulares, con piedras sueltas, llenos de polvo, y por si fuera poco, con el típico sol de la una del medio día, ese que te aplana y te hace sentir pequeño. No sé en qué momento hemos pasado del frescor de los helechos, de la sombra que los pinos nos proporcionaban a este calvario, pero desde luego ha sido como un martillazo.
Afortunadamente el camino acaba, transitamos ahora por una avenida, con arboles a ambos lados, hay lugareños animando, eso solo puede significar una cosa, el control está cerca. El chip (el de mi cabeza), se cambia sólo, la idea de comer, de beber algo frio, de ver a los amigos, de sentarme, hace que vuele, (5:00 min/km, tampoco vamos ahora a crecernos más de la cuenta), mis improvisados compañeros me siguen, bromean con el nuevo ritmo:
-
Esperando agazapado para dar el hachazo eh!
-
¿No estabas flojo de piernas?....
El
tiempo de paso en este control 4:50 horas.
La
entrada en La granja… extraña, por un lado, alegría al ver a mi familia y a los
amigos que han acudido a animarnos, por otro contradicción al ver allí a dos
colegas que hoy están corriendo. Si dos de las bestias pardas de mis colegas se
encuentran aquí, solo puede significar
dos cosas, la primera que yo haya volado, cosa que dudo, ya que todavía
no me han salido alas, la segunda y más probable que hayan pinchado, lo cual me
entristece enormemente.
En efecto es la segunda
opción, Jesús, un portento de la naturaleza, ha tenido el infortunio de sufrir,
desde hace 10 kilómetros calambres en las piernas, lo ha intentado pero decide
abandonar, le insto para que continúe la marcha conmigo, pero tiene los gemelos
tocados, y muy tocados debe tenerlos si decide retirarse, una lástima, ya nos
desquitaremos en otra niño, un fuerte abrazo.
El
otro compañero de fatigas: Rafa, supongo que también con problemas, mi sorpresa
y alegría cuando me comenta que se encuentra bien, que lleva allí quince
minutos y que como no era mucho el tiempo que nos separaba, ha decidido
esperarme y hacer la carrera conmigo… Según dice: órdenes de equipo…
Detallazo, pero no puedo
permitir que arruine su carrera por mi culpa, él puede hacer un tiempazo y si
corre conmigo, su crono será un auténtico desastre, le obligo a partir, pero
como si hablase con una pared. (Angel
número tres a escena)
Mientras
todo esto sucede, me cambio de zapas, las Salomon dejan paso a las saucony, los
pies se encuentran perfectos, ni rastro de ampollas, pero voy a agradecer unas
zapas más ligeras. También cambio de camiseta, está totalmente empapada de
sudor. El avituallamiento completito : “Cae” un plato de pasta, jamón, sandía,
un litro de agua, todo perfecto, perfecto si a continuación me tomase un
cafetito con hielo en una habitación climatizada, en penumbra y me echarse una
siesta de las de padre nuestro, pijama y orinal.
La
realidad es otra, llevamos algo más de quince minutos aquí y debemos partir,
El
siguiente puesto de control: Casa pesca, 12 kilómetros aproximadamente.
Salimos Rafa y yo (y
toneladas de malas sensaciones) de La Granja, con las piernas pesadas y la
tripa más, le propongo caminar un buen rato para acostumbrar de nuevo las
piernas al movimiento, propuesta aceptada. No es que me alegre que él tenga sensaciones parecidas, pero si es cierto que me consuela algo saber que
no soy el único que va arrastrándose.
A
nivel amínico, este sería a la postre y sin lugar a dudas el peor punto de la
carrera, se junta el calor sofocante, el estómago lleno, las piernas cargadas
por lo que llevan encima y por si fuera poco, los malos pensamientos que los
dos tenemos. Malos pensamientos para la carrera porque para nosotros serían estupendos….
-
¿Y si pasamos de correr, nos damos la vuelta y nos tomamos unas cervecitas en
las terrazas?
-
Si es que no tengo ni puñeteras ganas de correr..
-
Yo estoy igual tío, me conformo con los 30 km que llevamos.
No
quiero ni pensar que hubiera pasada de haber ido sólo….
Por
fin, volvemos a entrar en zona arbolada, se agradecen las sombras y de qué
manera, vamos paralelos al rio Eresma, se me están atravesando estos
kilómetros, hace rato que ni hablamos. Llevo 15 minutos con la música y no
tengo ni pajolera idea de lo que voy escuchado, de vez en cuando Rafa se
detiene se acerca al rio y se refresca, yo sigo sus pasos y hago lo propio, la
sensación de beber y no mitigar la sed es rara, no me gusta nada. Decido
únicamente mojarme con el agua fría del rio, cara, brazos y piernas, no puedo
beberme medio litro de agua cada vez que cruzamos el rio, por momentos parezco
un botijo.
(Llamando a ángel número
cuatro!! Preparado que sales en tres,
dos, uno… dentro!!! )
No
hay corredores por delante, tampoco por detrás, a decir verdad no hay ni
corredores, ni gente, tan sólo un chico alto a lo lejos, un chico que a medida
que me acerco…. Espera, pero si es… Escucho un fuerte: ¡Javi !,
Sí,
es Guillermo (10guillometros)
Joder
esto sí que no estaba en el guión, que alegría encontrarme aquí en mitad de la
nada contigo, - pero ¿qué haces tú aquí?, - esperaba a unos amigos que también
están corriendo. Después de un ratito de charla, ( el suficiente para cargarme
de nuevo las baterías hasta los topes), y de un par de abrazos, nos despedimos,
me regala un último grito: Fuerza !!!, que me retumba en los oídos y lo hará
durante un buen rato. Increíble momento, gracias Guiller, ni te imaginas la
fuerza y energía, que me transmitieron tus abrazos, tus palabras de aliento y
ese alarido. Eres un grande!!
Correr, quiero correr, más que querer, lo necesito, ahora la sombra es
grande, el camino es bueno, blando, compacto, y las piernas están bien, la que
está de maravilla
es
la cabeza, joder esto no hay quien lo entienda, aunque tampoco voy a buscar
muchas explicaciones, si apetece correr pues se corre. Rafa está fuerte, corre
cinco o seis metros por delante de mí, amolda su ritmo al mío en todo momento,
si le pido trotar, trotamos, si le pido correr, pues corremos, si hay que parar
a beber pues se para, impagable labor la suya.
Levamos
un buen rato adelantando corredores, el frescor del rio se agradece, nos
encontramos con familias enteras bañándose, tumbados, comiendo, en definitiva
disfrutando, algunos nos regalan sus aplausos, otros nos miran incrédulos. Es
algo surrealista correr entre mesas de campo, ahora no debes tener cuidado con
las piedras o raíces, ahora debes prestar atención para no pisar a la gente que
duerme.
Pero
nada dura eternamente, y los estados de ánimo menos todavía, si hay algo que cambia
a la velocidad de la luz, ese algo, sin duda, son los estados anímicos. Lo que
antes era curioso y resultaba gracioso, ahora no lo es tanto, son ya 7 u 8
kilómetros escuchando chapuzones, viento a gente tomando refrescos o
descansando plácidamente, por un momento todo esto comienza a irritarme, ya ni
miro a la gente.
Volvemos
al Ca-Co (dícese de una peculiar forma de hacer ejercicio en la que se combina
CA-minar con CO-rrer, muy utilizada en carreras de larga distancia, con unos muy
buenos resultados ya más que comprobados).
Aún
con el ca-co, los dos últimos kilómetros se hacen pesados, por fin llegamos a
Casa Pesca, este puesto de control lo picamos en 07:15 horas.
Este
avituallamiento, se merece una mención especial, al cesar lo que es del Cesar:
Mi
más sincera enhorabuena a la organización y sobre todo a los voluntarios, en
mis cerca de 80 carreras jamás había visto tan buen hacer, tanta simpatía y
sobre todo tanto trabajo. En cuanto a comida se refiere, de diez, en la misma
línea que los avituallamientos anteriores, el trato al corredor de once, con la
que estaba cayendo a las dos de la tarde y estos chicos aguantando el tirón, cargando
botellas del puesto de control al rio y del rio al puesto de control para que
las tuviéramos fresquitas, extraordinaria su labor. Aunque lo mejor sin duda
fue la simpatía y sobre todo el trato tan cercano hacia el corredor, interesándose
por todos nosotros y cuidando hasta el más mínimo detalle. Cosas como éstas
hacen grande a este deporte. Un millón de gracias a todos los voluntarios de la
carrera y en particular a los de Casa Pesca.
Este
puesto (km 40) lo hacemos en 7:15 horas.
Quince
minutos después nos ponemos en marcha, primero caminando y después trotando, quedan
aproximadamente unos cuatro kilómetros para llegar a la fuente de la Fuenfría.
Esta se encuentra en pleno Camino Smith, desde este punto hasta Navacerrada el desnivel
es mínimo, y lo que hemos recorrido no es como para acumular los 1000 metros
que según la organización tendríamos desde el km 30. Algo no encaja, o no hay
tanto desnivel o lo vamos a tener todo de golpe…
Las sospechas se
confirman, nos damos de bruces con la madre de todas las cuestas, algo menos de
dos kilómetros, caminado claro, incluso con varias paradas, pues las
pulsaciones, se disparan. Los cuádriceps queman, duelen como nunca antes habían
dolido, noto como laten, la parte baja de los gemelos pide clemencia, los
antebrazos también se quejan, y gracias a los bastones… Me quiero morir, alzo la
vista, Rafa me precede ocho o diez metros, también sube despacio, bueno pues
entonces no voy tan mal…. finalmente llegamos, picamos en 8:26 horas, con un parcial
medio estos últimos kilómetros de 25 minutos el mil.
A
pesar del cansancio y de las ganas por sentarme, o incluso tumbarme, mi
prioridad es beber, necesito agua, me siento deshidratado, dejo reposar mis agotados
músculos en la misma fuente, justo al
lado del caño por el que emana un agua totalmente helada, no me bebo toda la
fuente pero casi. Diez minutos después y con, por lo menos, dos litros de agua
en el cuerpo, nos ponemos en marcha, a los diez metros me detengo y vomito toda
el agua que acabo de ingerir. Me resulta, cuanto menos curioso ver como
únicamente vomito agua. Rafa espera pacientemente, se interesa por mí,
tranquilo estoy bien, tengo facilidad para vomitar, cuando termino,
reemprendemos la marcha.
Me
he quedado nuevo, me he refrescando, me he saciado que era lo que necesitaba y
he vaciado el estomago. Empezamos a correr, despacio sí, pero corremos, después
más rápido, en los repechos camino, aunque algunos de ellos los subo corriendo.
Tengo contacto visual con Rafa en todo momento, en ocasiones aprieto y me situó
a su altura en otras la distancia aumenta….
A falta de un kilómetro
para llegar al control y avituallamiento de Navacerrada en el km 50, comienzo a
notarme flojo de piernas, aminoro la marcha, no aviso a Rafa, va como un tiro y
bastante ayuda me ha prestado durante todo el día, como para hacerle parar de
nuevo. Caminando no mejoro, de hecho empeoro, me siento vacio, el simple gesto
de poner un pie detrás de otro me supone un esfuerzo titánico, algún que otro
mareo… Mazazo al canto, ya he vivido esto en alguna otra ocasión, pues nada me
siento aquí mismo en esta gran piedra y mientras veo pasar corredores, como algo
para reponer fuerzas y ordenamos las ideas, trazamos un plan para derribar este
pedazo de muro de 6x6 metros, con tabicón hueco doble, enfoscado y enlucido a
ambas caras, que me acaban de fabricar aquí en mitad del monte.
Si
a nivel anímico el peor momento fue a la salida de la granja, a nivel físico no
hay duda que es este se lleva la palma. El pajarón ha sido físico, no tengo
dudas, me he quedado totalmente vacío, aunque a nivel anímico, me ha destrozado
que mientras caminaba y justo antes de pararme, me adelantase una mujer que
paseaba con un niño, calculo que de unos 6 añitos....
Que
distintas son las carreras por la montaña, y sobre todo que distintos son los
corredores, no digo que los “asfalteros” sean mejor o peor, pues también me
considero corredor de asfalto… Pero allí arriba, todo cambia, todo es distinto,
tal vez el entorno, tal vez la soledad, nos hace ser o comportarnos de manera
diferente…. Seis fueron los corredores que pasaron ante mí, mientras recuperaba
fuerzas y seis fueron las que se detuvieron y se interesaron por mí, todos me
ofrecieron bebida y comida, uno de ellos se quito la mochila y me obligo a
comer una barrita energética.
Pero
todo pasa, la pájara que me acompañó
durante quince minutos, se fue volando, a decir verdad y siendo sincero,
también disfruté de este momento de tranquilidad, de calma, de sosiego, allí
arriba con mis dolores, mis molestias, con mis preguntas sin respuesta. Comienzo
a caminar, la comida que acababa de ingerir se ha convertido en energía más
rápido de lo esperado, vuelvo a sentir las piernas, cuando salgo del camino Smith,
vuelvo a correr, son quinientos metros por asfalto hasta el puesto de control,
son cuesta abajo sí, tengo ganas de llegar y comer comida de verdad….
Finalmente
en éste km 50, 9:33 horas.
Mucha
comida y bebida nuevamente, aunque lo único que veo, o quiero ver, es una silla
al fondo y a la sombra, justo al lado del chico que parte sandía, la miro, ella
me mira a mí, ven anda siéntate… ufff que delicia madre!!!
Noto
una mano en la espalda… Rafa???
-
Pero… ¿se puede saber que leches haces aquí?
-
Ordenes de equipo, desde la central acaban de decirme que espere y yo espero.
-
Tío no me jodas fastidies!!, anda que vaya carrera que te estoy
destrozando!!
-
Anda ya!, déjate de gaitas, come algo, descansa y nos vamos.
Le
comento que he pinchado y que me lo tomé con calma, de haber sabido que me
esperabas aquí hubiera intentado continuar, pero te hacía de camino a meta….
Quince
minutos más tarde, y después de meternos entre pecho y espalda un bocata de
jamón y tres trozos de la mejor sandia que he comido y comeré jamás, y cuando nos
estábamos planteando reanudar la marcha, aparece Luis, con él, Yolanda y con
ella toneladas de energía y entusiasmo. Me alegra enormemente ver caras
conocidas, supone siempre una inyección de moral difícil de comprender si no se
ha vivido y con mayor motivo si éstos están disfrutando….
…
No han pasado dos minutos desde que llegaron y ya escucho un:
-
¿Salimos ya?, venga vamos que tengo ganas de correr, ahora cuesta abajo, a tope, que me apetece
mucho…
-
Pero chiquilla, tu… ¿de dónde sales?, cualquiera diría que llevas 50 km en las
piernas!!
Pues
nada, vamos para arriba, dirección bola del mundo, Rafá marca el paso, luís y
Yolanda se ponen a caminar a un paso endiablado, tanto que me cuesta horrores
seguirles, de hecho, en alguna ocasión tengo que trotar ligeramente para no
quedarme rezagado. Hoy soy consciente que ya no recupero, y que las buenas
sensaciones no las voy a volver a ver ni de lejos, pero no quiero quedarme
descolgado porque estos últimos kilómetros pueden resultar eternos.
La
ascensión en silencio, no quiero malgastar fuerzas ni hablando y total para lo
que tengo que decir, mejor calladito, no es plan de contagiar al grupo con
energía negativa… Comienza el descenso, por la zona que conocemos como
“tuberías”, en estos tres kilómetros tengo más tropiezos de los que he tenido durante
todo el día.
Es
un descenso pronunciado con mucha piedra suelta, si se hace corriendo, requiere
concentración, es ideal para hacerlo con las piernas flojas, ideal digo, si lo
que pretendes es dar con tus huesos contra el suelo…tengo algún susto que otro,
a pesar de todo, consigo dar alcance a Yolanda, Rafa y Luis van por delante, me
pregunta que tal voy, la contesto que mal, con nauseas, me ofrece comida y
bebida, yo únicamente quiero terminar.
Angel número cinco pase
por recepción, se precisan sus servicios!!!
-
Si te encuentras mal, aflojamos y vamos tranquilos…
-
No, no, tranquila, continuo,
-
Bueno si te encuentras peor me lo dices.
(Increíble detallazo, te
debo una Yolanda)
Dejamos
la zona arbolada, transitamos por un largo camino totalmente desangelado, el
sol es abrasador, el polvo dificulta aún más la respiración, esto me suena, es
la zona de La Barranca, por aquí subimos en la Madrid-Segovia… Rafa va delante,
a continuación Luis y nosotros un poco más atrás, miro el gps, 4:50, vamos no
me jodais!!! – Pero ¿dónde creéis que
vais?... Los corredores que adelantamos nos miran con cara de no entender muy
bien lo que pasa, no me extraña! Ni yo mismo entiendo lo que pasa.
Tengo
que seguir, no puedo parar, como no pare ella yo no pienso hacerlo, no voy a
reclamar más ayuda, hoy que cubierto el cupo como para un docena de carreras,
hoy tengo que llegar como sea y si ellos van a tope yo también, vamos Javi,
venga venga…
Nuevo
control, le gritamos al chico que toma los tiempos que por favor lo haga en
marcha, que como paremos no arrancamos, le comento a Yolanda que hasta aquí
hemos llegado, yo no puedo más, llevo corriendo quince minutos totalmente
vacío, me obliga a seguir:
-
Vamos javi, no pares, ya estamos llegando vamos, vamos, venga!!
Es
verdad joder ya estamos llegando, pero…me vais a matar!!!
Por
fin, entramos en el pueblo, ahora sí, desconozco cuanto falta, pero ya estamos
en Navacerrada, esto ya huele a meta, de Rafa, ni rastro, Luis baja el ritmo,
Yolanda enlaza con él, yo aminoro, quiero disfrutar este momento y que ellos
disfruten el suyo…
Ahora
sí, lo he conseguido, y yo que pensaba que únicamente se podía correr con las
piernas, pues no, el corazón también corre, ya lo creo que corre, aunque hoy
sin la ayuda de todos esos ángeles no hubiera sido posible, estoy convencido,
gracias a todos.
A
escasos metros para la meta, mi familia y mis amigos salen a mi encuentro,
gracias a todos por vuestra santa paciencia con el tortuguilla del grupo,
siento llegar siempre el último, Miguel-Mari, increíble veros allí, no os
esperaba y fue la leche!!
Y
estos últimos 150 metros… para mí, porque creo que también me los merezco…,
estoy tan cansado, tan exhausto que ni fuerzas para celebrar tengo, ya tendré tiempo
más delante de valorar el recién logro conseguido. Lo que si siento es un
tremendo alivio, una paz interior enorme, y una satisfacción como nunca antes
había experimentado.
Una
vez cruzada la línea de meta y sentado en una silla que la organización me
cede, juro y perjuro que nunca más volveré a correr esta carrera, aunque también
es verdad que cinco minutos después y mientras vomitaba las tres coca-colas que
me acababa de beber, me dije a mi mismo que el año que viene correré la hermana
mayor, eso sí, entrenando un poquito más….
Ya veremos ya… no conviene prestar mucha atención a los pensamientos y
sentimientos que se tienen recién terminada una carrera…
Taraos, para cuando la próxima "chalaura" ? |
Tiempo neto 11:01:35.
Posición 178 de 347 llegados a meta.
Enhorabuena Javier, mas merito teniendo en cuenta la preparación previa y la parada en los entrenamientos!
ResponderEliminarMuchas gracia Celso, si tuviese que volver a hacer la carrera con tan escasos entrenos, desde luego que me lo pensaría, pero bueno también se aprende y finalmente ha sido una experiencia enriquecedora en muchos sentidos.
Eliminarun saludo compañero
Buena crónica, y es que tantos kms y tanto tiempo dan para tantas y tantas sensaciones. Lo importante haberlo logrado, aunque sufriendo (quien no lo hace en algún momento en carreras como estas) ha sido con tu propio esfuerzo.
ResponderEliminarSalu2 y enhorabuena de nuevo.
Siempre se sufre, eso está claro, pero repetimos jeje,
Eliminarenhorabuena para ti también, espero seguir tu estela en la próxima.
un abrazo compi
Esfuerzo titánico para lo poco que habías entrenado. Tienes que volver y quitarte la espina de ese sufrimiento.
ResponderEliminarYo también espero desquitarme el año próximo, e intentar hacer una mejor carrera, y sobre todo disfrutar más aún.
EliminarJavi que maravilla de crónica.
ResponderEliminarCon angeles o como sea pero superaste los malos momentos y derrotaste a tu cabeza, otros no lo conseguimos.
Lo de la hermana mayor espero que sea el GTP y poder compartir contigo esa aventura.
Un fuerte abrazo
Bueno otros no lo consiguieron pero tuvieron los santos c..... de ponerse en la línea de una salida con 110 km por delante, mucho valor el tuyo Halfon espero que algún año completemos esos 110Km.
Eliminarun abrazo compaero
Increíble crónica Javier! Pese a todo el sufrimiento acumulado dan ganas de probarla. Eso sí, tendré que empezar ya a reclutar ángeles :)
ResponderEliminarMuchas gracias Alvaro, los ángeles aparecen cuando menos te lo esperas ;-)
Eliminarun abrazo compi
Para otra espero que entrenes mas, terminar así no es buena idea espero que para otra estés mucho más entero al final!!!!
ResponderEliminarEso espero yo también, por que vaya tela con esta carrerita, todavía me acuerdo del primer entreno que hicimos en la montaña eh? jeje
Eliminariba que no podía ni con la mochila
Enhorabuena
ResponderEliminargracias chiquitín ;-)
EliminarCuánto pensé en ti! Lamenté mucho no verte en la salida per dabes qué? Estaba segura q lo conseguirías y me alegro q pese a las pájaras y los momentos de duda hayan triunfado las sonrisas y los recuerdos imborrables junto a esos ángeles con los q has compartido estos 60 kms! El año q viene nos vemos en Navacerrada a las 11 con un frontal en la cabeza! Felicidades d corazón
ResponderEliminarHola Celi, muchas gracias, enhorabuena para ti también, que menudo carrerón te marcaste, estuve buscando en la salida pero entre tanta gente no te ví,
EliminarNo me tientes con lo del frontal..... que soy fácil de convencer jejeje, ya veremos, aunque cruzar la meta después de 110km y mas de 10 mil metros desnivel debe ser.... uffff.
un abrazote compi
Felicidades Javi!!!!...Menuda aventura contada con todo lujo de detalles...Felicidades de nuevo por acabarla
ResponderEliminarMuchas gracias Pancho, me he pasado con los detalles, pero bueno estas carreras se corren un par de veces al año :-)
Eliminarsaludos compañero
Enhorabuena Charly, digo Javi (estaba pensando en tus ángeles). Como tu bien dices y has demostrado, no se corre solo con las piernas. Tienes que estar muy contento has hecho una gran carrera y !! sin casi entrenar !!.
ResponderEliminarFelicidades compañero y un abrazo
Que mal se pasa Dani, cuando las piernas no van....
Eliminarpero bueno ha merecido la pena, un abrazo socio
Ya no necesito apuntarme a esta carrera porque leyendo tu crónica es como si ya la hubiese corrido. Impresionante documento!! Para mi sois héroes todos los que os embarcáis en retos de este calibre, pero en tu caso (sin haberla preparado como hubieses querido) más aún.
ResponderEliminarEnhorabuena campeón porque has demostrado que tirando de fortaleza psicológica (duro tiene que ser ver como te adelanta una señora paseando con el niño de 6 años,je,je) se puede llegar muy, muy lejos. Tan lejos, que llegaste a meta :-)
El año que viene a por la de 110 como Dios manda.
Un fuerte abrazo crack
Mucho esfuerzo mental tio, casi tanto como físico, al final esto es la pescadilla que se muerde la cola, uno te lleva al otro y el otro al uno.
EliminarEl año que viene.... me voy a la playa, tanta montaña, tanta montaña!!
;-)
Enhorabuena Javi, una vez mas eres un ejemplo de superación...
ResponderEliminarA tus pies!!!
Gracias Tocayo, aunque no creo que sea yo precisamente ejemplo de nada.
Eliminarun abrazo ;-)
Enhorabuena campeón, has llegado hasta el final y tienes tu medalla. Esa operación te cortó ritmo de entrenamiento y esta carrera no es una tontería. El año que viene con más entrenamiento en las piernas.
ResponderEliminarGracias Gonzalo, costó mas de lo previsto si es cierto, pero también la satisfacción ahora es mayor.
EliminarSeguiremos intentándolo...
Qué crónica Javi!!! he sufrido leyéndola!! muchas felicidades!! eso de estar 90 días en el dique seco y luego a un mes de la prueba aventurarte ufff ufff y terminar en un excelente tiempo!! eres una máquina! has sufrido, pero has sabido superarlo e ir tirando en cada momento de bajón. Uff cuando leí que habías vomitado ... y claro luego aclaras que tienes facilidad para vomitar, y es que en mi caso si vomito me quedo muerta! Tienes una gran fuerza física y mental!! el próximo año a por la hermana mayor :-)
ResponderEliminarNuevamente muchas felicidades!
bss
Tania
Ha salido un pelín larga, lo sé, pero es que son tantas las emociones, tantos los sentimientos que resulta complicado no expresarlos, pero bueno dentro de muchos años cuando ya no corra y las vuelva a leer agradeceré haber puesto tantos detalles ;-)
EliminarMuchas gracias compi
Joder Javi que sufrimiento pero que crónica más grande, a la altura de una gran hazaña como esta.
ResponderEliminarFelicidades y a recuperar, en unos días verás todo de otro color.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias socio, ya estoy recuperado, la verdad es que no ha habido secuelas, ya he salido a trotar y bien, sin mayor problemas, un fuerte abrazo
EliminarBuena crónica, enhorabuena por la carrera, lo hiciste¡¡
ResponderEliminarAhora un consejo, no te obsesiones con la "hermana mayor", esta es un buen ultra, fiajte 11horas sufriendo, no es necesario ir más allá.
Yo el año que viene repito "la pequeña"
El año que viene.... Dios dirá!!! de momento vamos con la Madrid-Segovia, espero verte por allí compi, un fuerte abrazo
EliminarFelicidades Javi, te merecías esa medalla, como te mereces un objetivo que puedas preparar bien y sin lesiones, camino de Segovia te vas a encontrar muchos más angeles, aprovecha. un abrazo.
ResponderEliminarGracias Miguel, ya estoy contando las horas para comenzar con la M-S.
Eliminarla cuestión es estar siempre con algo :-)
un abrazo socio
joder javi, como escarpias, exactamente el mismo sentimiento que cuando os leia vuestras cronicas maratonianas, eres un fenomeno, y cuidate, peazo aventura y cronicon de lo mejor que e leido.
ResponderEliminarun abrazo juan
Gracias compañero, estas carreras tienen mucho de aventura y como tales te brindan la posibilidad de disfrutar, ( también de sufrir) en una gran medida.
EliminarUn placer saludarte el otro día en la quedada que hacia un montón de tiempo que no te veía.
Un abrazo Juan
Enhorabuena Javi! he sufrido leyendo la crónica y normal que salga larga, son tantos los sentimientos vividos.
ResponderEliminarEres un fenómeno, lo has logrado con animo y apoyo de mucha gente, pero el que se mueve eres tú.
Y por que se corta uno a la hora de escribir que sino salía medio Quijote jeje
Eliminarsin el aliento, los ánimos y el apoyo recibido no lo hubiera conseguido, estoy seguro.
un abrazo compañero
Enhorabuena campeón, espectacular la crónica, llena de vivencias y emociones. Se me ha puesto la carne de gallina. No tenía ninguna duda de que lo conseguirías. Muchas felicidades y a descansar.
ResponderEliminarUn abarzote.
Gracias Angel, pues es curioso que confiase la gente en mis posibilidades más que yo miso, por que esta vez no las tenia todas conmigo.
Eliminarun abrazo
Tremenda crónica Javi, una vez más. Y titánico esfuerzo, una vez más. Como siempre, claro, jejeje.
ResponderEliminarVaya año llevas.
Gracias Tocayo, pues todavía no ha terminado el año, tendremos que seguir dando guerra no?
Eliminar:-)
Felicidades Javi, vaya carrerón que te has metido. Y después de la paliza que te has metido no estás pensando en hacer la misma carrera sino su hermana mayor. Ole tus huevos, si señor.
ResponderEliminarMuchas gracias Sergio, pues ya veremos que pasa el año próximo,la verdad es que me gusta repetir, por que aunque sea el mismo recorrido, las sensaciones suelen ser siempre distintas
Eliminarun abrazo compi
El sufrimiento se apodero de ti y por eso no recuperabas... pero como todos tenemos un Angel de la guarda, esta vez fueron tres.... Rafa, Luis y Yolanda.
ResponderEliminarBuenos compañeros de viaje si señor, Javie el sufrimiento y el dolor que no te mata te aseguro que te hace mucho mas fuerte... Un abrazo inmeso del Abuelo Runner.
Eso pienso yo Abuelo, que el golpe que no derriba...fortalece, otro punto positivo es que también he ganado en experiencia y en confianza... si es que todo son ventajas jejeje
Eliminarun fuerte abrazo, vamos que nos espera la M-S
No sé ni por dónde empezar ni que decirte Javi me he quedado perplejo, felicitarte y darte la enhorabuena es poco para todo lo que has luchado.
ResponderEliminarTremendo sufrimiento pero TITANICO el empeño tío, hay una foto que me ha llegado mucho y es la que estas entrando y tus amigos te acompañan y te alientan, me he tirado 5 min mirándola porque vuestros gestos dicen mucho.
Después de leer una crónica como esta una persona medianamente sensata se alejaría totalmente de esta afición, de este tipo de carreras, y de gente como tú que tras terminarla piensa en repetirla el año que viene en su versión de 80km, pensaría que estás loco y has perdido la cabeza, pero a mi cada día me gusta más y me has puesto los dientes largos.
Me da que el año que viene te toca ser mi ángel.
Un abrazo.
Esto es contagioso Manuel, a mi me pasó lo mismo al leer tu Maratón Alpino, joder me mordía las uñas imaginándome allí subiendo todas esas cuestas,
Eliminarel año que viene repetimos claro....
Un abrazo
P.D. La hermana mayor son 110, la de 80 es la hermana del medio y ya si damos el salto lo damos a la grande no?
A mi me sucedió algo similar en "los 10000 del soplao" al subir a la ultima cumbre "el toral", por el motivo que sea llegas al limite y te quedas vacío, y sin embargo un instante después vuelves a caminar y correr.
ResponderEliminarY ya ves, un año después todo cambia!!
Esta experiencia te ha hecho mucho mas fuerte y seguro en tus posibilidades Javier, menuda Madrid/Segovia que te vas a marcar!!
pd; Me pillo esas fotazas en tan buena compañia
Ya he sentido en alguna otra ocasión algo parecido, aunque no tan fuerte, quizás esa experiencia fue la que hizo que me armarse de paciencia, reponer fuerzas y continuar la marcha, por que desde luego si esto te pasa de nuevas, como mínimo llamas al Samur para que te vayan a recoger :-)
EliminarUn placer compartir kilómetros y charla contigo, espero volver a coincidir en otra ( en mejores condiciones) un fuerte abrazo compi
¡¡Enhorabuena!! Menuda carrera y mernuda crónica!!
ResponderEliminarMe suena eso de "juro y perjuro q no volveré" suena muy Escarlata O'hara.
Muchas gracias socio, yo ya no juro na, que en esto del running lo que hoy es blanco mañana es negro :-)
Eliminar¡Que gran crónica!
ResponderEliminarHe disfrutado leyéndola hasta el final. Eso es sufrir de verdad, pero todo ese sacrificio se compensa de largo tras cruzar la línea de meta.
¡Muchas felicidades y a por la hermana mayor en 2014!
Muchas gracias Gemma, me alegro que te gustase, sin lugar a dudas que compensa el esfuerzo, aunque más que en el momento de cruzar la línea de meta, por lo menos yo, lo he disfrutado los días siguientes, cuando he recordado y analizado todo.
Eliminarun fuerte abrazo compañera
Enhorabuena! Si tuviera que escribir mi cronica se parecería a la tuya en un 95%... por los tiempos que indicas, fuiste toda la carrera 10 minutos por detras de mi, pero al final llegaste 10 minutos antes... me adelantasteis todos en la bajada de la barranca, yo iba muy muy despacito pisando bien porque me habia torcido el tobillo ya tres veces... de nuevo enhorabuena! Kike
ResponderEliminarEnhorabuena para ti también Kike, al final los tiempos en estas carreras pasan a un segundo o tercer plano, es indiferente entrar 30 minutos antes o después, lo verdaderamente importante es llegar a meta y sobre todo habiendo disfrutado de la aventura, espero que ese tobillo ya esté recuperado, saludos compañero y felices kilómetros.
EliminarDespués de las que has pasado Javier, vas y te tiras un trail de 60k, eres GRANDE JAVIER GRANDE!!!
ResponderEliminarMuchas felicidades crack, sin duda alguna eres un guerrero, excelente crónica y excelentes "pictures", todo bien detallado.
Un abrazo campeón!!!
Que bien suena eso de "Guerrero", la verdad es que luchadores somos, no nos da miedo acudir al frente y cuando llegamos a casa tan sólo pensamos en sanar las heridas y volver a la batalla :-)
Eliminarun abrazo brother
Felicidades!!! Javier, bueno te lo han dicho todo... una aventura más de las que tienes en mente... menudo Crack!!!!, vamos!!!!
ResponderEliminarGracias Jaime, pues sí otra más para contarle a los nietos jejeje
Eliminarun abrazo compañero
Aúpa Don Javier!!!
ResponderEliminarComo ya estaba avisado sobre lo extensa de la crónica, se me ha hecho hasta corta!!!!!
Con la preparación que has tenido, tiene enorme mérito lo que has hecho.
Como bien dices, no sólo se corre con las piernas...
Si ya tenía claro, que para un fondista es muy importante la fuerza mental y el corazón, después de ver lo que has hecho, ya no me queda duda!!!
Enhorabuena de nuevo!!!
Muchas gracias Nachete, no tiene ningún valor ni mérito terminar con estos tiempos, cuesta y hay que echarle un par, de acuerdo que sí, pero cualquiera puede hacerlo.
EliminarMérito tiene ir a 4 pelaos en un maratón y a partir del km 30 apretar y terminar a 3:40 como tu haces.
un abrazo socio
Mi más sincera enhorabuena Javi por lo conseguido.
ResponderEliminarNo entiendo a esa gente que dice "me he cansado solo de leerte" yo todo lo contrario, he disfrutado leyendote, lo unico que pensaba era por que tu y no yo, yo queria estar ahí sufriendo lo que tu sufriste. yo queria subir esas montañas, yo queria pasar horas bajo un sol de justicia o pasearme a la vera del rio. yo quiero jo!
el año que viene tengo que esta ahí.
Si en tu cronica hubieras puesto que fue facil, igual ni la hubiera terminado de leer.
De nuevo enhorabuena amigo.
Muchas gracias Julián, a mi me pasa igual, cuanto mayor es la gesta y el esfuerzo mas me gusta leerla y escuchar opiniones.
EliminarTu tienes calidad para esta carrera y para dos como esta, así que ni te lo pienses, además con lo que te gusta la montaña, disfrutaras de lo lindo.
Muchísimas felicidades !!!! Me ha encantado la crónica muy detallada, yo en octubre tengo mi primera Maraton de montaña con bastante desnivel y el leer vuestras crónicas me ayuda y mucho para saber que me voy a encontrar. Has estado 3 meses parado y aún así no abandonaste que hubiera sido lo más fácil. Mi más sincera enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, me alegro que te gustase, espero que disfrutes de esa carrera tanto como deseas, estaré atento a la crónica.
Eliminarsaludos compañera
Increible relato que me ha llevado por esas montañas en tu compañia. Quizas no podamos compartir este hobby pero lo disfruto tanto como tu. Enhorabuena campeon.
ResponderEliminarMuchas gracias, cualquiera puede hacerlo :-)
EliminarWow Javi! Menuda crónica! Me ha encantado. Eres increible, que bien contado. Le agradeces a tus ángeles la ayuda pero las piernas, la cabeza y el corazón los has puesto tu.
ResponderEliminarDe todas las carreras hay detalles que siempre perduran y algunos quedan como un símbolo que las identifica en la memoria. Mis últimos diez kilómetros, donde apareciste, y la lucha particular que llevábamos corriendo todos juntos Barranca abajo, serán el símbolo de este TP60 en mi recuerdo.
El año que viene más, compi!
Sí, las piernas fueron las mías, pero te sigo debiendo una ;-) espero que la carretera o la montaña me brinde la posibilidad de saldar mi deuda para contigo.
EliminarDesde luego el momento "barranca", estuvo genial (ese día no pensaba lo mismo), fue un constante paro pero sigo, no puedo más pero continuo, mi cabeza ordena parar y las piernas pasan de todo y siguen corriendo.
el año que viene.... pues sí, creo que más, de momento M-S
Que grande Javi !
ResponderEliminarMe has puesto los pelos de punta!!!!
Gracias Guiller, como he dicho... alegrón verte allí, un fuerte abrazo socio
EliminarGenial Javier, una carrera llena de sentimientos y sensaciones se merecia una cronica como esta, enhorabuena.
ResponderEliminarEl año que viene a lo mejor la planteo
Por otro lado tengo un monton de dudas sobre los 100 Madrid-Segovia, va a ser mi primera ultra y se me escapan muchas cosas, que zapas llevar, que mochila llevar si las que se recargan de agua o ir con bidones, como dosificar la carrera para no ir demasiado despacio pero poder terminarla, que comer durante la carrera, si es facil perderse o estara bien marcada sobretodo cuando llegue la noche, tengo una cangitis bastante grande ya que va a ser para mi todo nuevo
Este es mi correo franpe77@hotmail.com me gustaria algun dia charlar contigo de todas esas dudas que tengo y que un super-montañero como tu y partipante de la anterior M-S seguro que puede responderme
Muchas gracias compañero, tienes que probarla el año próximo, con lo que te gusta el monte, con esta carrera disfrutaras mucho.
EliminarCon lo de la Madrid-Segovia, te contesto por mail.
Supongo que si esto fuera fácil y no costara no lo haríamos y nos buscaríamos otro deporte. El año que viene correras muchas cosas pero esta carrera ha sido estupenda, lo has contando muy bien y me puedo hacer una idea de lo que fue y la entrada en meta tuvo que ser muy emocionante. Felicidades por el carrerón.
ResponderEliminarNo te falta razón compañero, la dificultad es uno de los ingredientes necesarios para conseguir ese empuje que nos lleva a intentarlo una y otra vez.
EliminarMuchas gracias, espero que vuelvas pronto, no te imaginas las ganas que tengo de leer una crónica tuya, sólo por el empeño y por no rendirte te mereces un regreso triunfal.