100km Madrid-Segovia. REFLEXIONES…

Muchas fueron las emociones y sensaciones vividas durante la carrera, aunque no menos han sido los pensamientos que de ella han derivado, las conclusiones a las que he llegado, son las que a continuación detallo. Son totalmente personales, lo que para mí es o ha sido válido, no tiene por qué serlo para otros, como digo son opiniones fruto de mi vivencia en esta carrera, y que espero sirvan para otros corredores en futuras ediciones.

La carrera…. Un auténtico disfrute para los sentidos, una experiencia única e irrepetible, (repetiré), que todo corredor debería vivir por lo menos una vez en su vida. Una aventura quizás con un toque místico, espiritual, con momentos en los que pierdes la noción del tiempo,  momentos en los que sientes cuerpo, alma y espíritu unidos como nunca antes lo habían estado. Momentos de sosiego, de paz interior, momentos de cohesión total con la naturaleza, tanto que llegas a sentir que formas parte ella. Una experiencia que sin lugar a dudas, ha colmado todas las expectativas creadas.

Tal vez el que no ha estado a la altura haya sido yo, quizás por la inexperiencia en este tipo de pruebas y por el respeto que la distancia produjo en mi, fui mucho más conservador de lo que debería haber sido.

Tal vez esperase un sufrimiento bastante mayor o cuanto menos, parecido al experimentado corriendo un maratón. Tal vez al no aparecer ese agotamiento, ese cansancio físico y mental, durante y sobre todo después de la carrera, me haga pensar que el esfuerzo haya sido insuficiente.

No voy a decir que hubiera preferido esforzarme a tope y retirarme en el km 80, porque no sería cierto, es obvio que mi prioridad no era otra que terminar, pero tampoco es menos cierto que me ha quedado un cierto sabor agridulce.

He repetido hasta la saciedad la cita de Mahatma Gandhi:

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo no en el resultado, un esfuerzo total es una victoria completa… y ahora resulta que, me he quedado sin esa recompensa, esa satisfacción plena que solamente sientes cuando tu conciencia te lo autoriza. En esta ocasión no puedo decir eso de: lo intenté con todas mis fuerzas, di todo lo que tenía dentro, puse todo mi empeño, etc. etc. Es obvio que el tramo final de la carrera aunque quieras, no se puede, mal firme, de noche, y más que nada porque las piernas ya no están para grandes esfuerzos.

La cuestión es que hasta el año próximo no podré sacar esa espinita y salir de dudas….

- En cuanto a entrenamientos se refiere, creo que, con algo de base (algún que otro maratón en las piernas), y dedicándole de dos a tres meses a razón de cinco o seis días a la semana, es más que suficiente para terminar una carrera de este tipo. Hablo únicamente de terminar, para intentar un mejor crono, deberíamos incluir algo de calidad en los entrenamientos. Tal vez con alguna sesión de series largas, miles o dos miles, cambios de ritmos, etc. Y realizar éstos, una vez cada ocho o diez días, creo que sería suficiente, no tan rápido como podríamos hacerlas preparando un maratón, pero si sería interesante meter algo de chispa, pues se pierde muchísima velocidad.

Plan de entrenos no he seguido ninguno específico para esta carrera, en primer lugar porque no hay mucho donde buscar/elegir, en segundo porque tan sólo disponía de algo más de dos meses y en último lugar, porque no estaba por la labor de estar supeditado, durante el periodo estival, a normas, horarios y demás. Mi planteamiento intenté que fuese lo más sencillo posible:

Que voy a correr? 100km. durante aproximadamente quince horas seguidas, un 70 por ciento trotando a ritmos lentos y un 30 por ciento caminando.... Pues así será el entrenamiento. Todas las salidas serán tiradas largas, (de dos horas en adelante, llegando los días que más a las cinco). Los dos días de descanso, serán descansos activos, estos consistirán en caminar diez o doce kilómetros, soltaremos piernas, sumaremos horas de ejercicio y de paso acostumbramos al cuerpo a caminar, que aseguro que para los que corremos no es fácil, aunque a todo se acostumbra uno (nunca pensé que diría esto, pero: ha terminado gustándome esto de caminar). Ni que decir tiene que como la carrera tiene continuos sube-baja, cuanto más entrenemos en zonas con pendientes mejor que mejor.

Sería buena la idea de incluir, por lo menos un día a la semana, gimnasio, tren superior e inferior, y sobre todo abdominales. En mi caso no hice nada y durante la carrera lo eche en falta, aparecieron molestias en la zona lumbar, además del peso de la mochila, los kilómetros y las horas acaban pasando factura en esta zona. Meter montaña los meses previos es un buen sustitutivo del gym, por lo menos para el tren inferior.

Convendría que, de vez en cuando, doblásemos sesiones, para simular el cansancio y/o agotamiento con el que nos encontraremos en carrera, 20 km mañana y 20km. tarde-noche. Acostumbrar a los músculos a trabajar con fatiga y sin haber recuperado totalmente. Aunque las cifras diarias y semanales, en cuanto a kilometraje pueden asustar (a mi me pasaba), son muy llevaderas. No me canso de repetir que los ritmos han de ser siempre muy lentos, acordes a los que vamos a llevar en carrera. ¿Qué sentido tiene salir a entrenar y hacer 20 km a cinco minutos el mil, cuando en carrera vamos a rodar entre 6:00 y 6:30?. Os sorprenderéis al comprobar lo poco que se castigan las articulaciones y lo bien que recuperamos de un día para otro, a pesar de hacer 110 km semanales. Me reitero, intentar que los entrenamientos sean lo más parecido a lo que nos vamos a encontrar el día de la carrera.

A todos nos gusta salir a entrenar a primera hora de la mañana con el fresquito o última del día…. El día de la carrera vamos a correr a las nueve sí, pero también a las doce y a las dos y a las cuatro, después de comer, hay que entrenar todas las franjas horarias. De igual modo si vamos a llevar mochila el día de la carrera, ésta debería ser nuestra amiga fiel durante todos los entrenamientos, al principio cuesta pero terminas acostumbrándote a llevar 4 kilos de peso extra. Más de lo mismo para bastones, frontales y por supuesto no olvidarnos de beber y comer tal y como lo haremos durante la carrera.

Otro punto a tener en cuenta, es el descanso, intentar dormir algo más de lo habitual, es algo que he notado durante la preparación, el cuerpo me pedía más horas de sueño…. Como dicen el cuerpo es sabio, y yo, no lo soy tanto, por lo que si pide más horas de sueño, se las damos. Continuando con el tema descanso…. Cada tres semanas y coincidiendo con la carga máxima de kilómetros descansé durante dos días seguidos, parón total y absoluto, aprovechando dicho parón para regalarle a las piernas un masaje de descarga que agradecieron y de qué manera!!!

Si el entrenamiento físico es importante, el psicológico no lo es menos, a decir verdad, como no vayamos preparados a nivel mental, vamos a pasarlo mal, muy muy mal. Los maratonianos sabemos sufrir, aunque es un sufrimiento diferente, todos hemos tenido alguna vez un encontronazo con el temido muro, ¿quién no ha sufrido alguna vez, el típico “bajón”, en ese kilómetro treinta y pico y ha tirado de casta, orgullo, y alentado por el público presente, ha conseguido completar esos siete u ocho kilómetros finales?.

Sí, sabemos sufrir, le echamos lo que hay que echarle, seguimos a esos 5 minutos el mil y sufrimos lo que sea menester, para luego disfrutar aún más de esa gloria que nos espera en meta. Pero…. Y si ese bajón llega (que llegará) en el kilómetro, supongamos…. 55? y si, supongamos que en ese momento no hay público animando? Que lo normal es que en mitad del monte no haya, y si…supongamos, (que no es tanto suponer), que no ves a ningún corredor por delante de ti y el que viene por detrás está a unos dos kilómetros… Y si empiezas a pensar (que pensarás), que mal voy, no puedo con mi alma, no sé si llegaré, me quedan 45 kilómetros todavía, eso es mas de una maratón, el sol me está abrasando, a tomar por saco la carrera, para que tanto entrenamiento, voy a tener que retirarme, esto se ha terminado, etc. etc. etc.

Creo que os hacéis una idea de la tortura que puede llegar a suponer dejarnos influenciar por esos pensamientos negativos, es obvio que la mente nos jugara malas pasadas, nos intentará convencer para que abandonemos, en esas circunstancias es totalmente normal que esto ocurra. A pesar de estar bien entrenados, experimentaremos esos malos momentos, todos los tienen, los que corren más rápido y por supuesto los que corremos algo más despacio, pero durante más tiempo.

Sería absurdo pensar que no vamos a pasar por varios baches durante una carrera de 100km y 14 ó 15 horas. Imaginaros un viaje en nuestro vehículo durante 15 horas seguidas…. Sólo pensarlo agota verdad?. Y lo haríamos cómodamente sentados….. Nosotros vamos a hacerlos corriendo, así que mejor que esos malos momentos, que sabemos llegarán, no nos pillen por sorpresa, anticiparnos y llegado ese punto crítico saber reaccionar, sobreponernos y por supuesto continuar la marcha. Y lo haremos por que habremos entrenado nuestra mente, visualizaremos esos malos momentos, los imaginaremos tantas veces como sean necesarias, y siempre lo haremos sobreponiéndonos y saliendo victoriosos...

Existen muchos otros aspectos que se deberían tener en cuenta, pero esto no son matemáticas, lo que puede ser válido para uno, no tiene por qué serlo para otro, ni tan siquiera para uno mismo lo que vale hoy, nos sirve mañana. No hay pociones mágicas, ni cantidades exactas de comida o bebida, cada día varían las condiciones climáticas y con ellas nuestros cuerpos, hay mucho de improvisación en estás carreras, y mejor que así sea, tal vez ese sea su mayor encanto....

 

 

DEJO UN VIDEO MOMENTOS ANTES DE LLEGAR A META

 

 VIDEO LLEGADA